Cómo controlar la impulsividad en los niños
Uno de los problemas que nos podemos encontrar a la hora de criar a nuestros hijos es con la impulsividad y cómo poder lidiar con este problema ya que es conveniente que los niños aprendan a concentrarse en lo que están haciendo y a terminar la tarea que realizan antes de pasar a otra.
Se trata de educarlos para que puedan ser elementos adaptados a la sociedad a la que van a pertenecer en pocos años y la impulsividad nos es precisamente una virtud para poder conseguirlo.
Los niños con problemas de impulsividad son niños que tienen rabietas y enfados con facilidad y que pueden dejar de realizar una tarea con el propósito de irse a jugar cuanto antes.
El problema es que los padres con niños impulsivos si no son ayudados por manos expertas pueden llegar a la desesperación con estos niños ya que es realmente frustrante ver como cualquier técnica que apliquen se hace completamente inútil ante el avasallador comportamiento de estos niños.
Hay algo que debemos de entender de los niños impulsivos y es que este problema de impulsividad no lo hacen de forma consciente ya que precisamente se trata de niños con una incapacidad absoluta para el autocontrol de tal forma que hacen aquellos que se les pasa por la mente sea cuando sea.
Muchas veces los propios niños impulsivos no dejan de cometer un acto que se les ha corregido constantemente de forma automática y ellos mismo no saben explicar el porqué lo realizan. Realmente son niño que necesitan de la ayuda de los adultos para poder encaminarse y lograr una correcta adaptación a la Sociedad más adelante.
Lo más importante ante estos niños impulsivos es que seamos capaces de comprenderlos y de tolerarlos. Pero evidentemente, esto no significa que tengamos que aprobar su comportamiento y que no debemos de corregirlo sino que debemos de partir de esa premisa de comprensión para no sentir frustración en seguida y abandonar el intento por ayudarlos.
Es imprescindible ser muy pacientes con estos niños hasta el punto de que cuando creemos que hemos conseguido algo se puede venir abajo en un momento con un nuevo arranque de impulsividad del niño.
Hay algunos juegos para ayudar al niño a controlar sus comportamientos impulsivos como por ejemplo el juego del volcán que consiste en explicarle que en su interior hay un volcán que permanece inactivo de tal forma que asocie el comienzo de sus impulsos con el comienzo de las primeras erupciones y que en ese momento debe de visualizar como este volcán vuelve a inactivarse y a estar en reposo.
La técnica del semáforo es muy efectiva, se trata de usar los colores verde, amarillo y rojo para que el niño entienda cuando está tranquilo y con un comportamiento correcto hasta el punto de descontrol y comportamiento completamente inadecuado.
Estas técnicas hay que explicarlas muy bien y con mucha paciencia al niño en los momentos de tranquilidad ya que de nada sirven en los momentos de enfado o de irritabilidad.
No está de más ayudarle a practicar técnicas de relajación y que aprenda a visualizar.