Lo que podemos aprender de los más pequeños
En este blog estamos muy pendientes de poder darte las claves para que tengas una vida más feliz en todos lo sentidos y buscamos las claves para poder ofrecértelas y que las puedas aplicar en los diferentes campos de tu vida.
La verdad es que cuando observamos a los niños podemos ver la alegría y la felicidad irradiando en sus rostros. Os proponemos algunas cosas que podemos aprender de ellos para poder recuperar esa frescura de la niñez pero con la madurez que nos da la edad.
El problema es que confundimos el hacernos adultos con perder lo mejor de cuando éramos niños y en muchas ocasiones nos volvemos seres infelices que buscan y sueñan por recuperar ese estado de felicidad perdido.
Poder reencontrarnos con el niño que todos llevamos dentro nos puede llevar al camino de la felicidad.
Observa a los niños y podrás sacar las siguientes conclusiones:
-Lo niños miran con curiosidad los pequeños detalles que les rodean y por ello tienen una gran capacidad de asombro que nosotros, los adultos, hemos perdido. Hay que luchar por volver a asombrarnos por las pequeñas y cotidianas cosas aprendiendo a vivir y a valorar el momento presente. Aprende a disfrutar del trayecto y no solo del objetivo.
Tenemos que despertar de nuevo la curiosidad por lo que nos rodea. El querer saber, aprender, conocer es algo que caracteriza a los más pequeños.
-Los niños no tienen temor a fracasar mientras que los adultos en muchas ocasiones están paralizados por este temor. Aprende a probar cosas nuevas sin temor al que dirán, el miedo al fracaso, al ridículo, etc. Observa como los niños no tienen estos lastres, ellos se dejan llevar a la hora de probar lo nuevo y son felices sin importarles el resultado.
-Los niños tienes una actitud divertida ante la vida mientras que los adultos nos volvemos serios y, lamentablemente, bastante aburridos. Vuelve a encontrar el lado divertido de la vida en cada momento.
-Se sabe que los niños dicen la verdad porque expresan lo que sienten sin temor a nada. El miedo nos paraliza y no nos deja expresarnos tal cual somos, tal y como lo sentimos por dentro. Busca lo que sientes de verdad y aprende a expresarte de nuevo como los niños, sin ánimo de querer obligar a nadie a pensar como tú pero tampoco sin sentirse obligado a sentir como otros.
Esto nos ayuda a establecer conexiones emocionales muy enriquecedoras con las personas que nos rodean.
-Si algo caracteriza a los niños es que no tienen prejuicios. Esto lo vamos adquiriendo con el tiempo, con nuestra personalidad, con nuestra educación. Debemos aprender a no estar atados de pies y manos por los prejuicios a saber volar como los niños completamente libres.
-Aprende a vivir el momento, el instante presente. Los niños no viven preocupados por algo que puede suceder mañana o incluso más tarde, viven y disfrutan el momento. La mente es nuestro gran problema, no nos deja vivir el momento, tenemos que aprender a acallarla para poder llegar a ser como niños.
Lucha por tus sueños, que estos sean todo lo grandes que quieras y ama sin condiciones. Recupera al niño que fuiste, al niño que llevas dentro.