La Vocación y la Personalidad
Los rasgos de personalidad forman parte de nuestra identidad
Muchos de los problemas de los adolescentes se deben principalmente al hecho que aún están buscando su verdadera identidad, y la elección de una carrera también es un obstáculo difícil de sortear.
La personalidad es parte de la identidad, y es difícil decidirse a hacer proyectos a largo plazo cuando uno todavía es joven y no se conoce lo suficiente.
Es muy importante conocer bien nuestro modo de ser habitual y para eso es necesario prestar atención a nuestras actitudes y conductas y a nuestra forma de relacionarnos con los demás.
Si completan el test de personalidad que figura en el artículo anterior a este, en este mismo blog, podrán configurar una descripción detallada de su modo y estilo de ser que tendrá que armonizar necesariamente con las carreras que les gusten para ayudarlos a elegir mejor y al mismo tiempo hacerlos sentir más seguros con su decisión.
Cuando completen el test, observen si sus contestaciones no resultan contradictorias entre si. Para esto deberán decidirse por la opción más adecuada a ustedes y descartar la que se le opone.
Por ejemplo, recibí un comentario reciente al Test de Personalidad, de una joven que refiere ser depresiva y al mismo tiempo positiva y optimista, cualidades que no tienen los depresivos.
Un depresivo es una persona que siempre transita la onda negativa y no ve nada positivo. Podemos tener algunos malos momentos en que vemos todo negro y el pesimismo nos invade, pero eso es normal, todos los tenemos, nadie está libre de sufrirlos, porque somos humanos y nos cuesta a aceptar las cosas como son.
Tengan en cuenta que si toman decisiones rápido no pueden ser indecisos, tal como lo afirma también esta misma joven, que seguramente no revisó lo que había escrito.
Por eso tienen que leer atentamente sus respuestas y observar si hay contradicciones; y si las hubiera, corregirlas eligiendo la más correcta aunque no les parezca tan precisa.
El Test de Personalidad lo que indica son tendencias y no exactamente como se conducen habitualmente, porque la conducta habitual puede estar alterada por alguna situación imprevista.
Una persona joven aún no ha decidido cómo quiere ser y con quienes se va a identificar; porque la personalidad está formada por el temperamento que ya traemos de nacimiento y por el carácter que es el que se forma con la experiencia y las identificaciones.
Nos identificamos con los modos de ser de las personas que son significativas para nosotros dejando de lado o haciendo lo opuesto de las características que no nos agradan de ellas.
Ese nuevo producto, que va a ser nuestra personalidad, será único e irrepetible, porque no se trata de la identificación con una sola persona sino con todas las que conocemos que nos han inspirado para ser como ellos.
Freud va aún más lejos y nos dice que llegamos a identificarnos no con lo que las personas son sino con lo que a esas personas les gustaría ser.