La Vocación, el Deporte y el Arte
Elegir una carrera artística o deportiva exige capacitarse en otra alternativa
La vocación, es la capacidad o inclinación natural que tiene cada persona y su interés en el conocimiento de determinadas áreas o temas de la realidad, cuyo aprendizaje y dedicación puede contribuir a su realización personal y permitirle la participación en la sociedad en que vive o fuera del ámbito de pertenencia.
La orientación vocacional es el conjunto de técnicas tendientes a ayudar a definir esa vocación para elegir carrera u oficio.
Básicamente se refiere a indagar sobre intereses, características de personalidad, condiciones familiares y sociales, así como sobre las limitaciones y posibilidades de los consultantes; y a brindar el asesoramiento necesario para que encuentren la información que necesitan, sobre las instituciones educativas, los planes de estudio, el rol profesional y el campo laboral.
La mayoría de las personas tienen varias vocaciones y eso es particularmente importante para los que deciden dedicar su vida a un deporte o a cualquier actividad artística que requiera un físico joven, como la danza o el arte, carreras que exigen condiciones especiales y tienen un período útil de menos de veinte años.
En estos casos se hace necesario desarrollar una carrera alternativa para que esas personas puedan insertarse en el campo laboral una vez que se vean obligados a retirarse de su tarea inicial.
Lo más adecuado es elegir una capacitación afín a su profesión, ya que pueden contar con el conocimiento sobre la materia y con los contactos imprescindibles para desarrollar otra tarea relacionada.
Aunque esta recomendación resulte obvia, vemos todos los días el lamentable fin de muchos deportistas que han sido famosos en su juventud y que una vez que llegan a la madurez y deben abandonar su actividad, no han podido hacer frente a la pérdida de su trabajo.
Mientras que otros, con una preparación adecuada como recurso, logran no sólo cambiar su vida adaptándose normalmente a la nueva situación sino que muchas veces superan ampliamente los logros alcanzados en su juventud.
No todos los deportistas son célebres ni ganan sumas fabulosas en su juventud que les permita llegar a una edad avanzada sin trabajar. La gran mayoría es gente común que gana lo necesario para vivir cómodamente.
Además, el hábito del ahorro en general se ha perdido, de manera que un deportista, como cualquier otra persona, puede gastarse todo lo que gana y decidir disfrutar el buen momento.
Las personas que se dedican a un deporte o a alguna actividad artística, por lo general no tienen aptitudes para desenvolverse a nivel empresarial, y es difícil que con el dinero que ganan sepan hacer buenas inversiones como para asegurarse el futuro.
Más difícil aún es contar con el asesoramiento adecuado, ya que a las personas que suelen rodear a los exitosos les interesa pensar principalmente en su propio patrimonio.
Los jóvenes quieren creer que la madurez está muy lejana y no desean enturbiar su entusiasmo con estas consideraciones, pero es importante que las conozcan.