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El descubrimiento del inconsciente

Publicado por Betina Ganim

Así es escribir este tipo de publicaciones, yendo, viniendo, volviendo, retomando, pero siempre orientados por lo que fue el descubrimiento freudiano, y sus efectos. El inconsciente.

No voy a decir qué es el inconsciente, sino cómo Freud dio cuenta en principio, de su existencia. Y como estoy ahora mismo referenciada en estas Cinco Conferencias de psicoanálisis publicadas en 1910, seguiré por lo que dijo en la tercera charla.

Por esas cosas que suceden cuando uno retomas textos que han sido leídos y releídos, subrayados, tachados, escritos, con lápiz, con tinta…pasan cosas como estas que me permiten escribir este post: hay en la página 25 de mi edición de Amorrortu, unas preguntas escritas en lápiz. Son tres, pero me referiré a la última de ellas: ¿A qué mecanismos del inconsciente responden, en su constitución, las formaciones sustitutivas?

Es decir, volviendo a los posts anteriores, a qué mecanismos inconscientes responde la formación de síntomas, tal como Freud lo había considerado (formaciones sustitutivas de ideas reprimidas)

Ahora iré a eso; pero antes quiero dejar claro que el descubrimiento del incosncente estaba dado por un material del que Freud sabiamente se sirvió: la elaboración de las ideas, las ocurrencias, lo que decían los pacientes. Así como de la interpretación de los sueños y la apreciación de sus propios actos fallidos y supuestas “casualidades”…

Testimonio freudiando del que luego se servirá Lacan, y le aplicará una lógica proveniente de sus referencias lingüísticas: la lógica del significante –ya les he hablado de eso en alguna ocasión, y volveremos, sin duda.

Aquel postulado lacaniano, fundador de su enseñanza en psicoanálisis -el inconsciente está estructurado como un lenguaje- es una lectura a la letra de Freud.

Bien, pero siguiendo con lo que nos ocupa hoy, aquella pregunta escrita en lápiz en mi libro, diré en principio que cuando sometemos al paciente al análisis, mediante la regla analítica fundamental de hablar de lo que se le ocurra, Freud dice que hay también dos maneras más de abordar el inconsciente del paciente: la interpretación de los sueños y sus actos fallidos.

En ese momento Freud hace una digresión sobre una duda que lo había asaltado en ese viaje a Estados Unidos: si no era preferible hablarles de la interpretación de los sueños antes de darles un panorama general del psicoanálisis. Pero dice que algo lo persuadió de evitar lo primero, ya que considerando el hecho de dirigirse a un país “consagrado a metas prácticas”, era “escandaloso” para él presentarse como un “interpretador de sueños”, antes de que pudieran conocer ese arte.

Freud habla del arte de interpretar los sueños, en tanto es la vía directa que tenemos de conocimiento del inconsciente. Un fundamento por excelencia del psicoanálisis -arte en el que hay que formarse.

Sabemos que no entendemos la interpretación de los sueños -como tampoco lo hacía Freud- como un mero simbolismo, una interpretación estanca, sino que cada sueño es de un sujeto, y de ahí su particularidad.

Me sorprende cada vez Freud; en este caso cuando dice que cuando le preguntan cómo alguien se puede hacer psicoanalista, él le responde que estudiando sus propios sueños…

Me gusta porque dice “cómo puede hacerse” uno psicoanalista. No cómo uno puede “ser psicoanalista”, algo que con Lacan lo podemos leer como esa falta en ser de la posición analista…

Terminaré hoy con esto, para luego, en el siguiente post, continuar con lo que dice Freud allí sobre esta vía regia del inconsciente que es la interpretación de los sueños.