La ley del corazón
Siguiendo la clase de Jaques-Alain Miller «La estructura general del desconocimiento» de su curso «Donc, La Lógica de la Cura», dice que en cuanto a la cuestión del desconocimiento del yo, no se trata tanto de que el yo «se cree otro del que es», sino más bien que la fórmula sería «creerse lo que uno es; es decir: yo=yo, a saber: el narcisismo. Esa es la cuestión del desconocimiento.
De esta manera, el desconocimiento es un delirio de identidad, que consiste en poner al otro fuera de sí. Hay que decir que entonces al desconocimiento lo podemos llamar «locura» -o al menos ahí encontramos el principio de la locura, en el desconocimiento del yo; en tanto el desconocimiento es una forclusión del Otro. Dice Miller que si es una creencia, consiste en la creencia de una identidad de sí que no pasa por el Otro (por lo simbólico). Forclusión de lo simbólico.
Jacques Lacan hace en sus Escritos una lectura concisa sobre la figura hegeliana de la locura, la «ley del corazón», en la que en el mismo momento en que se asegura de su identidad consigo misma, necesariamente se opone a un orden que ella denuncia como un desorden, como por ejemplo un desorden que es injusticia.
Lacan hace un resumen que se presta a un esquematismo que es elemental, ya que entraña en sí mismo la dimensión imaginaria. Allí donde hay orden del mundo, donde el ser del yo es cualquier cosa de la realidad efectiva, el yo se desconoce; reconociéndose solamente en la ley del corazón, que es una especie de imagen virtual e invertida de ese orden del mundo (o este desorden, tal como es denunciado)
Ser Yo
Miller hace un esquema en esa clase, mostrando esta dialéctica (pág.116) para dar cuenta de que hay una discordancia fundamental, en Lacan, entre el yo y el ser. Es decir que hay un doble desconocimiento: primero, el yo desconoce la posición de su ser actual; y segundo, reconoce ese ser actual en la imagen invertida.
Para Lacan, el yo está encerrado en su círculo, ¿qué implica ese círculo? Que el yo solo puede escapar de la actualidad de su ser, proyectándose en su imagen virtual; esa virtualidad es la que lo remite a la actualidad del mundo en su orden/desorden.
Es así que desde aquí podemos ver que hay un sin salida; es una posición subjetiva sin salida. Una posición bloqueada, que en sí misma no es susceptible de una dialéctica. Esa salida no puede ser obtenida por el sujeto (más bien, por el yo) más que por una violencia ejercida contra ese orden.
Esta noción de una posición bloqueada del yo respecto del mundo se encuentra en Hegel en la figura del «alma bella». Y podemos ver que entre ambas figuras hegelianas hay algunos aspectos en común, y Lacan mismo las usa como sinónimos a veces, cosa que Miller considera «abusiva», porque aún así se trata de figuras diferentes.
Miller propone permanecer en la ley del corazón, que cuando termina en el «delirio de presunción» no se queda satisfecho en ese círculo: lo rompe usando la violencia.
FUENTE: MILLER, JACQUES-ALAIN. «DONC. LA LÓGICA DE LA CURA. LOS CURSOS PSICOANALÍTICOS DE JACQUES-ALAIN MILLER». CLASE «LA ESTRUCTURA GENERAL DEL DESCONOCIMIENTO». ED. PAIDÓS.