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La psicosis inicial

Publicado por Betina Ganim

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Siguiendo a Jacques Lacan, especialmente en la lectura de su Seminario 5, podemos decir que él plantea la idea de que inicialmente hay un mundo puramente fantasmático, que coge de la idea freudiana de la satisfacción alucinatoria del deseo -con todas las comillas que le valgan al concepto de «alucinatorio»– como una manera de decir que el objeto es irreal, fantasmático y que no responde a ningún objeto de la realidad.

Y se pasa a esa cuestión de la realidad al proceso secundario, que por algo se lo llama secundario. Pero primero tenemos una descripción de lo que es «primario»: esa concepción se ve perfectamente en la psicoanalista inglesa Melanie Klein, que alucina un continente materno, el niño, y proyecta sobre eso todo tipo de objetos, con una marca libidinal de agresividad, objetos buenos o malos. Se verá después cómo, de a poco, puede ir ubicando o admitiendo un principio de realidad.

Pero en todas estas posiciones postfreudianas es así que termina el argumento: se insiste en que hay una base inicial que es alucinatoria, con especial referencia a lo que interesaba a Freud: la sexualidad. Pero saben que eso sigue…La gente se satisface sexualmente con fantasías… Con el hambre podemos hacer otras discusiones.

Luego Lacan dice que, teniendo en cuenta esta construcción, es lo que se puede llamar verdaderamente una construcción psicótica del sujeto. Un sujeto normal, en suma, en esta perspectiva, es una psicosis que salió bien, una psicosis que logra -más o menos- armonizarse con la experiencia.

Otro analista postfreudiano, D. Winnicott, expresa esto estrictamente así en un texto que ha escrito sobre la utilización de la regresión en la terapéutica analítica. La homogeneidad fundamental de la psicosis con la relación normal al mundo está ahí absolutamente afirmada como tal. El mayor énfasis está puesto en eso, si tenemos en cuenta que se trata de un discípulo de Melanie Klein, como es el caso de Winnicott.

Este tema puede tener mil idas y vueltas, pero tengamos también en cuenta que esto es un debate que podríamos ubicar muy bien en la última enseñanza de Lacan, donde plantea que todo el mundo delira, que todo el mundo es loco.

Entonces, todo este tema empieza por esta idea de Freud del «proceso primario»; una idea de que el aparato tiene un primer funcionamiento totalmente contrario a cualquier buena idea que se tenga de la relación de un organismo con el medio, donde se suponen que vendrán estímulos reconocidos como del exterior, reales, y que entonces el aparato psíquico sabe reaccionar con una pauta de conducta respecto a eso.

El psicoanálisis introduce ahí una brecha con un mundo completamente delirante.

Se invierte el tema en este debate-discusión que tenemos al nivel del Seminario 5, porque allí se trata de ver cómo se sale de eso -si es que se sale…

Entonces decimos que a esta altura de la enseñanza de Lacan tenemos la observación de esta especie de constitución psicótica inicial. Y en esa perspectiva, dice Lacan que la gente que llamamos «no psicótica» es la que tuvo un desarrollo más o menos feliz, a partir de esto…

LACAN, JACQUES. SEMIANRIO 5, LAS FORMACIONES DEL INCONSCIENTE. ED. PAIDÓS.