Psicoterapia Breve
Para recuperar el camino de la vida contamos con la psicoterapia cognitiva
Existe un modo terapéutico, muy útil y eficaz, que afortunadamente cada día más entusiasma a los psicólogos, que por su metodología se convierte en la forma de terapia más adecuada y económica para estos tiempos modernos.
Se trata de la Psicoterapia Breve, un modo de psicoterapia de objetivos limitados, centrado en el motivo de la consulta.
Esta modalidad terapéutica no es nueva, sino que forma parte de un cuerpo de conocimiento que fue formándose a través de muchos años con el aporte de figuras de gran relieve en psicología.
Este eficaz modo de encarar un tratamiento psicológico, resulta eficaz para ayudar a encarar los problemas puntuales de la vida; como las dificultades para adaptarse a situaciones nuevas, cuestiones no resueltas que perturban la personalidad, impedimentos para relacionarse con los demás, duelos, pérdidas, y todos los trastornos emocionales que se presentan en forma a veces inesperadas y que nos obligan generalmente a cambiar.
No se trata de enfermedades, sino de dificultades que no permiten disfrutar de la vida y que entorpecen las posibilidades de desarrollo.
El Psicólogo puede ayudar al consultante a fortalecer su autoestima y a restablecer la confianza en si mismo, rescatando sus propios recursos y habilidades específicas para que él mismo encuentre la forma de enfrentar las circunstancias adversas, viendo las cosas de otro modo y apoyándolo en el cambio.
Muchas veces la vida nos pone en situaciones difíciles de resolver, verdaderas encrucijadas que nos hacen sentir estancados y sin las fuerzas para continuar o cambiar. Entonces es cuando necesitamos que alguien nos brinde la colaboración necesaria para poder ver lo que no vemos y que nos ayude a elegir otra manera de pensar.
Puede que una persona ya no se reconozca a si misma y no encuentre razón para vivir, o que una relación próxima se torne intolerable al punto de exigirle decisiones drásticas o bien continuar resignándose a vivir una vida miserable siempre amargado.
Los problemas familiares implican una gran responsabilidad que no es fácil enfrentar. La educación de los hijos, los problemas de conducta y de falta de rendimiento escolar trastornan a los padres que no saben como manejarlos y que sin ayuda terminan abandonando el control que tanto necesitan sus hijos.
Las relaciones sexuales no siempre son satisfactorias en una pareja y a la mayoría les resulta difícil hablar de estas cosas. Sin embargo, lo más importante para solucionar estos problemas es pedir ayuda para aprender a hablar sin pudor de lo que cada uno necesita y atreverse a experimentar cosas nuevas.
Tener hijos adolescentes es una etapa de la vida difícil de sobrellevar. De pronto, las bellas criaturas que los hacían tan felices se transforman en seres extraños que no se pueden comprender y que parece que en lugar de amar a sus padres los odian.
El Psicólogo no soluciona problemas sino que enseña a vivir con los problemas y a enfrentarlos con fortaleza sin dejar que ninguno de ellos contamine toda la existencia.
La vejez a veces es una etapa que a muchos les resulta difícil. Sin embargo, es uno de los períodos de la vida más gratificantes si se decide aceptar.
Muchos ancianos necesitan ayuda para darse cuenta que no es el fin, sino el principio de una nueva vida dedicada a si mismo; es la edad de la cultura, del tiempo libre, de la buena lectura, de cultivar los afectos y de conocerse más a si mismo.
Es la edad en que se prefiere la quietud y el silencio, cuando se puede vivir sin máscaras y ser más sincero, más auténtico, porque se ha aprendido a ver lo esencial y a descartar lo superfluo.
La intervención del psicólogo en cada uno de esos momentos, que es alguien que nos está viendo desde afuera, sin prejuicios, que no forma parte de nuestra historia y que nos puede dar su punto de vista con objetividad y conocimiento; puede ayudar a recuperarnos en la vida, retomar el camino con más optimismo y a elaborar proyectos.
