Experiencias después de la Muerte
Después de estar cuarenta y cuatro segundos sin pulso y declarado clínicamente muerto, el paciente regresa a la vida y revela que le perdió el miedo a la muerte; porque al contrario, parece haber gozado de esa experiencia.
En un primer momento tuvo la sensación de sentirse arrojado hacia la oscuridad pero luego percibió una luz muy brillante, un hermoso paisaje lleno de flores y un hombre de blanco que le pronosticó sucesos que le ocurrirían en el futuro.
Para esta persona la posibilidad de la muerte ya no representa ningún enigma porque tuvo la oportunidad de experimentarlo en forma tal real que no le queda la más mínima duda de qué es lo que le espera al final de la vida.
La ciencia considera que los recuerdos de las personas que han vivido una “experiencia cercana a la muerte” (denominadas en inglés near death experiences-NDE), son efectivamente reales pero que no se refieren a fenómenos del más allá.
Lo que sostiene la ciencia es que se trata de ilusiones creadas por la falta de oxígeno en el cerebro, pero a pesar de las investigaciones realizadas no pueden explicar desde el punto de vista científico qué es lo que realmente ocurre en el cerebro.
Kevin Nelson, neurofisiólogo dedicado a la investigación de este fenómeno en la Universidad de Kentucky, en Lexington, Estados Unidos, nos dice esas experiencias pueden ser estados similares a las de un sueño generadas por el estrés y cierta tendencia a un tipo de trastorno del sueño.
Si eso fuera cierto, el 40% de las personas que mueren deberían experimentar esa experiencia.
Las experiencias cercanas a la muerte se han registrado desde hace más de dos mil años en todo el mundo. La mayor parte de las personas que han vuelto de la muerte refieren la existencia de un punto de no retorno que si se traspasa no se puede regresar a la vida y alguien que se encuentra en ese lugar que evita que la persona que vuelve a vivir no pase.
Esa persona, que cuida que no se pase el punto de no retorno, suele ser alguien representativo de la religión que en que el experimentador cree o bien un familiar cercano.
De todos modos, lo inexplicable es que todos experimentan lo mismo, es decir que se trata de un fenómeno humano, como cuenta la gente que lo ha vivido, algo común que los comunica a todos y que corrobora la idea de la existencia de un elemento espiritual; pero para la ciencia, este elemento que unifica a todos es algo biológico.
Sin embargo, esta experiencia no deja de ser algo inexplicablemente común. Cerca del 20% de personas que han sobrevivido un ataque cardíaco recuerdan solamente algunos de estos elementos citados, incluyendo la sensación de estar fuera del cuerpo, un estado de dicha infinita que no se puede comparar con nada que hayan vivido anteriormente, visión de túneles y la luz brillante; y la mitad de estas personas experimenta todas las experiencias completas.
Fuente: New Scientist Magazine, año 2007