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Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM)

Publicado por Malena

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Las experiencias cercanas a la muerte (ECM), que han podido contar los que han vuelto a la vida, ha motivado a científicos de todo el mundo a investigar más profundamente en la posibilidad de la existencia en los humanos de una forma de conciencia capaz de trascender el cuerpo.

En primer lugar, los que realizan estas investigaciones tratan de reunir la mayor cantidad de datos posibles sobre aquellos que han experimentado esa circunstancia, ya sea debido a un accidente, o a un paro cardíaco, por efectos del consumo de drogas o por cualquier otra eventualidad.

Se supone que la conciencia forma parte del cuerpo material, sin embargo en los sueños parece tener vida propia y lograr con otro cuerpo que no es el que está en reposo, desafiar todas las leyes de la física.

La mayoría de los sueños se olvidan durante la vigilia, y lo mismo parece suceder con las ECM; ya que según una encuesta realizada en los Estados Unidos en el año 1980, sólo un 15% de los sujetos que habían pasado por una ECM recordaron haber tenido algún tipo de experiencia más allá de la vida.

La influencia hipnótica también es algo que no se puede explicar desde el punto de vista orgánico, ya que se trata de la capacidad que puede tener una persona de ejercer una influencia tal en otra como para modificar su comportamiento y dirigirlo de acuerdo a su propia voluntad; sin poder posteriormente la persona en trance recordar su conducta durante ese estado.

En la hipnosis es la intención del hipnotizador, o sea algo insustancial que trasciende su cuerpo, lo que influencia al sujeto de la experiencia, para que se convierta en un instrumento de él, inhiba su propio discernimiento y se someta a su voluntad. En algún lugar, ambas conciencias se encuentran y se funden en una.

Esta capacidad de influenciar en los demás la tenemos todos en mayor o menor medida y sólo hace falta desarrollarla adecuadamente.

Nadie ha podido alguna vez encontrar en el cerebro una idea o un pensamiento, ni tampoco aún se sabe dónde se encuentra la memoria; porque de la actividad cerebral sólo se pueden registrar hasta ahora, las percepciones y el lugar de cada área que se excita según sus funciones.

Por eso se hace la distinción entre cerebro y mente, ya que el cerebro es como una computadora, sólo un receptor debidamente programado para captar las ideas de la mente y procesarlas, porque según la teoría cuántica, con la propiedad que tienen las partículas, la mente puede estar aquí y ahora, y siempre en todas partes.

Las ideas están fuera del espacio tiempo, porque pueden estar del otro lado del océano o incluso existir como partículas que aún son solo una probabilidad y ser captadas por el inconsciente colectivo, como inspiraciones que se materializan con la intención, e irrumpir de la nada.

La prueba la tenemos con los inventos, que de pronto aparecen en varios países al mismo tiempo, y es difícil atribuírselo a una sola persona.

Más allá de lo orgánico hay un espacio sin espacio, un lugar que no es lugar, un centro, donde todo está unido y donde existen todas las posibilidades y están todos los conocimientos de todos los tiempos, sin orden cronológico porque en esa dimensión el tiempo no existe.

De allí surgen las ideas que parecen ser descabelladas, imposibles, que sólo captan los seres que tienen mentes abiertas, y que son los que finalmente las llevan a la práctica.

En este momento en que nadie cree en nada, donde la depresión está haciendo estragos entre la gente que no le ve sentido a la vida, hay una luz de esperanza.

La ciencia está comenzando a indagar seriamente en zonas que hasta ahora consideraba prohibidas; porque el hombre necesita más que nunca respuestas a su problema existencial, encontrar el propósito que justifique su existencia, indagar sobre el misterio de los misterios, el secreto de la vida.