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El Dibujo de la Figura Humana en Niños-Segunda Parte

Publicado por Malena

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En los dibujos, los niños están expresándose a si mismos, ya que es una manifestación humana que refleja tanto la madurez mental infantil como las actitudes emocionales, así como también su contenido clínico.

Un dibujo puede estar expresando contento o agresividad, temor o ansiedad, curiosidad o necesidad, fantasías o experiencias vividas y puede tener muchos significados más. Lo importante es interpretar qué es lo que nos quieren decir los niños por medio de sus dibujos.

Para una evaluación clínica, Koppitz se basa en las siguientes características del dibujo:

Cómo dibuja el niño, o sea la manera de dibujar la figura humana, que nos estará diciendo cómo se siente interiormente y sus actitud hacia él mismo y a quién dibuja, que nos revela quién es la persona más significativa para él en ese momento, la que le interesa más o la que lo preocupa.

Machover sostiene que el sexo del dibujo de la figura humana puede revelar la identificación sexual del niño, aunque no indique necesariamente signos de homosexualidad en todos los casos.

Cuando los niños dibujan al examinador, este es un signo de falta de figuras significativas en la vida del niño, y nos está indicando baja autoestima y necesidad de atención y afecto.

Cuando se interpreta un dibujo es importante detectar la intención del niño. Es necesario que sea espontáneo y que la consigna sea la que corresponde sin ninguna modificación personal.

Por lo general, la cabeza es lo primero que se dibuja luego de la consigna, aquellos niños que la dibujen al final pueden tener dificultades para relacionarse con los demás.

Vivir no es fácil, incluso para los niños. Aunque vivan dentro de un grupo familiar sin problemas relevantes, siempre tendrán que enfrentar situaciones de tensión en forma cotidiana y el modo en que lo hagan irá conformando la estructura y la fortaleza de su carácter.

Los dibujos pueden expresar las actitudes vacilantes frente a los problemas de la vida, o la huida frente a las dificultades, los acontecimientos significativos, las vivencias felices, las reacciones con la llegada de un hermanito, la desilusión y el resentimiento, la pérdida de la posición privilegiada de hijo único, la separación de los padres, la preocupación por el aspecto físico y el esquema corporal, por la obesidad, por el color de la piel, por las discapacidades específicas, por el rendimiento escolar, por la conducta, por la masturbación y actividades sexuales, por el robo, por ser diferente en algún aspecto, o por ser extranjero.

Los niños que dibujan a su familia expresan las actitudes hacia ella. Es importante evaluar si dibuja a todos los integrantes del grupo familiar, dónde están ubicados con respecto a los demás y si se dibuja a él mismo.

El tamaño de la figura de cada uno también es importante. Evaluar si dibuja al padre y a la madre juntos, cómo es el tamaño proporcional de cada uno, quién está al lado del padre y de la madre, a quien dibuja primero y último y en qué lugar de la hoja hace el dibujo.

El dibujo también es una técnica terapéutica porque principalmente es un canal de expresión de los conflictos que alivia las ansiedades.

Los dibujos son más significativos cuando aún no está desarrollado del todo el aprendizaje de la escritura, posteriormente, a medida que se va adquiriendo una mayor destreza, los dibujos comienzan a ser más convencionales con menos posibilidades para el diagnóstico, aunque siempre a lo largo de la vida los dibujos serán una expresión de la interioridad del sujeto.

«El Dibujo de la figura humana en los niños», Elizabeth M. Koppitz, Biblioteca Pedagógica, Ed. Guadalupe, Buenos Aires, Argentina, 1982.