Qué es el Trastorno de oposición desafiante
Vamos a volver a la Psicología infantil para descubrir uno de tantos problemas que tenemos que afrontar como padres. En esta ocasión vamos a descubrir el Trastorno de oposición desafiante que se desarrolla en los más peques.
Este trastorno se caracteriza por mostrar una serie de conductas desafiantes, desobedientes y hostiles de parte de los niños a las figuras de autoridad. Estos pueden ser los padres, los profesores, cuidadores, etc.
También es común conocer a estos niños como niños emperador debido a esa actitud que les caracteriza. Se da más este trastorno entre niños que entre niñas y afecta en mayor o menor medida a alrededor del 20% de este sectoe de la población empezando normalmente a desarrollarse a los 8 años.
También se puede encontrar en niños de más temprana edad, entre los 4 y los 5 años. Según los estudios que se centran en este problema el origen puede ser tanto psicológico como ambiental e incluso de tipo hereditario.
Vamos a conocer los síntomas principales del Trastorno de oposición desafiante: comenzaremos con el síntoma principal y mas evidente que es la desobediencia. El niño no atiende a las ordenes de sus padres o de cualquier otro superior.
Además nos encontramos con sentimientos de rencor y odio en una edad en la que no son normales. En esa forma de ser en la que no reconocen la autoridad de los mayores tienden a discutir con ellos con mucha facilidad.
El niño con este trastorno culpa a los demás de sus propios fallos, jamás va a reconocer que ha sido un fallo suyo o una mentira. Por todos estos motivos suelen tener pocos amigos porque los niños de su edad se apartan de ellos.
También son niños problemáticos en el colegio.
Las situaciones que les producen frustración son poco toleradas por estos niños con Trastorno de oposición desafiante.
A todo esto le sumamos que son poco pacientes y con una alta susceptibilidad.
Según los códices de diagnóstico de la psicología para que un niño pueda ser catalogado dentro de este Trastorno de oposición desafiante debe de tener estos patrones de conducta durante al menos 6 meses seguidos en por lo menos la mitad de los mismos y hacerlo de forma clara y problemática para no ir a confundir los procesos normales o las conductas debidas a una mala educación o puntuales con este verdadero problema.
Siempre debe de ser un psicólogo debidamente preparado o un psiquiatra el encargado de realizar el diagnóstico de este problema en un niño y establecer los mecanismos de tratamiento en los que, como podemos imaginar, estarán ampliamente involucrados los padres.
Tengamos en cuenta que hay muchos otros trastornos con síntomas comunes y por lo tanto deben de ser especialistas los que determinen si el niño realmente sufre este tipo de trastorno.
Como ya hemos comentado los padres son fundamentales para que el niño pueda salir de este trastorno que le va a causar graves problemas en un futuro no muy lejano en la sociedad en la que debe de integrarse.