Talento y calidad de vida como utopía
¿Eres una persona con talento? Entonces, seguramente, en este momento tengas a varias organizaciones y empresas pendientes de tu candidatura para ocupar algún puesto de trabajo. Una vez que el talento se incorpora, las empresas deberían hacer lo posible por retenerlo. Pero, por desgracia, las empresas suelen tratar a sus empleados como un número de expediente en lugar de apreciar sus enormes virtudes para obtener beneficios.
Por otro lado, es difícil encontrar talento a pesar de que, hoy en día, se estima que la sociedad tiene un nivel educativo superior al de décadas anteriores. Esto es debido a que el talento es una capacidad que demanda aprendizaje a lo largo de la vida por la variabilidad de los puestos de trabajo actuales. Por tanto, requiere disciplina, esfuerzo, así como flexibilidad y formación continua y global. Bien es cierto que no todo el mundo está dispuesto a impulsar su excelencia personal porque, no nos engañemos, conlleva realizar algunos sacrificios.
Además, es importante mencionar que el talento no es estático, sino que evoluciona y se adapta a las circunstancias. Por lo tanto, las empresas deben estar dispuestas a invertir en la formación continua de sus empleados, permitiéndoles crecer y desarrollar nuevas habilidades. Esto no solo beneficia a los empleados, sino también a la empresa, ya que contar con personal altamente capacitado puede ser un factor diferencial en el mercado.
De igual modo, el alto nivel competitivo del entorno laboral actual, debido a la necesidad de innovación continua, requiere que las personas pongan todas sus competencias al servicio de la empresa. Este contexto exige un grado de compromiso tan elevado que sería imposible alcanzar sin encomendarse a la motivación que rodea el aspecto laboral de una persona. Para mantener motivado al personal, la empresa debe promover iniciativas tanto de desarrollo profesional como de reconocimiento corporativo y económico. Exclusiva para las empresas del mundo: El talento ha de ser recompensado.
Por consiguiente, sería de obligado cumplimiento abrir espacios de comunicación (horizontal y vertical) en los que se produzca feedback en ambos sentidos. Después, siempre resulta interesante consensuar un plan de mejora que evite el estancamiento ofreciendo una nueva visión, un nuevo método; en definitiva, un saber-hacer que desmarque a tu empresa del resto del mismo sector.
En este sentido, es crucial que las empresas fomenten una cultura de feedback constructivo, donde los empleados se sientan cómodos compartiendo sus ideas y sugerencias. Esto no solo puede ayudar a mejorar la eficiencia y la productividad, sino que también puede aumentar la satisfacción y el compromiso de los empleados.
Con todo, existen determinados aspectos que influyen en la calidad de vida en el trabajo. Se trata de situaciones interpersonales que ocasionan insatisfacción por la calidad de la relación entre el trabajador y la organización del trabajo. Hablamos de:
- Situaciones de acoso
Muchas de estas situaciones implican una situación de poder asimétrica. Las más usuales son el acoso sexual y el acoso moral (mobbing). En ambos se infravalora al trabajador como persona generándole una gran ansiedad que puede derivar en problemas serios de salud mental.
- Situaciones de agotamiento
También conocido como burnout o síndrome de fatiga (psicológica) crónica. Tiene que ver con la repetición de una misma actividad y de unas condiciones percibidas como exigentes en su realización. La falta de variedad y, sobre todo, la ausencia de perspectiva de cambio a corto plazo ejercen un efecto claro en su aparición.
- Situaciones de peligro
Considerar que nuestro trabajo implica una alta accidentabilidad o la posibilidad de una enfermedad profesional, aumenta la preocupación, disminuye la motivación, lo que afecta directamente al desempeño del trabajo.
- Situaciones de conciliación
La búsqueda del equilibrio perfecto entre el tiempo laboral, personal y familiar, debilita nuestras energías. La realidad es que conciliar cuesta, cuesta mucho. Es más, casi nunca lo logramos. Aquellos que logran crear armonía en los tres ámbitos son los auténticos poseedores de talento.
- Situaciones de desigualdad
La diversidad social es integrada por las empresas. Cada empleado proviene de un entorno familiar concreto, una trayectoria vital particular y unos valores específicos que articulan su comportamiento. Es tarea de la empresa gestionar esta diversidad integrada por la igualdad de género, las diferencias intergeneracionales que conviven en el trabajo, y las aportaciones interculturales propias de un mundo global.
Es la Psicología del Trabajo la responsable de estudiar y proponer modelos de solución a cualquier problema surgido de las anteriores situaciones. Y la aplicación de estos modelos es competencia directa de los departamentos de Recursos Humanos, que no siempre destinan sus activos a ocuparse de aquello para lo que son realmente útiles.
Además, es fundamental que las empresas se comprometan a crear un ambiente de trabajo seguro y saludable. Esto incluye la implementación de políticas de prevención de acoso, la promoción de la salud mental y el bienestar de los empleados, y la creación de un entorno de trabajo que fomente la diversidad y la inclusión. Al hacerlo, las empresas no solo estarán cumpliendo con su responsabilidad social, sino que también estarán invirtiendo en su propio éxito a largo plazo.