El Líder
Líderes son aquellos que se destacan por sus condiciones de dirigentes para ocupar cargos políticos, públicos, deportivos o empresariales, por contar con el perfil adecuado para presidir cualquier grupo social o colectividad,
Un líder nace y se hace, porque su función le exige una personalidad con un temperamento básico carismático, apasionado y extrovertido, capacidad de empatía y un magnetismo suficiente como para influir y generar entusiasmo en sus seguidores o subalternos, pero también necesita tener educación y valores éticos.
El mejor líder es el que ha llegado a liderar después de haber transitado el camino de la humildad.
Ser un buen líder exige ante todo ser dueño de si mismo, porque es la única forma de poder guiar a los demás por la senda de la libertad.
Las herramientas indispensables para ejercer el liderazgo en forma eficaz son los principios y valores que se respetan.
Las personas seguras de si mismas, que tienen convicciones firmes y capaces de comprometerse con un ideal pueden ser líderes.
Un líder se puede bloquear si su ánimo depende de sus estados emocionales, si tiene tendencia a personalizar las cosas y si tiene dificultades de comunicación; porque si se deja llevar por sus emociones pierde la objetividad, no puede reflexionar y reacciona impulsivamente atacando; se vuelve intolerante, arrogante y desdeña cualquier iniciativa que no sea la suya, bloqueando a aquellos subordinados que quieren ser creativos.
Cuando el líder personaliza las situaciones, cada conflicto o problema se torna un desafío personal y se pone a la defensiva, creando un ambiente propicio a las discusiones estériles.
La falta de comunicación expresa ambigüedad y poca convicción en las propias ideas, que puede interpretarse como una actitud de inseguridad o un intento de estar evitando enfrentar su responsabilidad y problemas.
Un líder tiene que haber aprendido a obedecer para poder dar órdenes a sus subalternos; haber experimentado la frustración de no ser reconocido para no hacer lo mismo como líder; tener un espíritu de colaboración más que de autoridad sin perder el rol que ejerce; ser comprensivo, amable y tener actitud de servicio.
Los líderes se eligen por su espíritu de iniciativa, por su creatividad, por su seguridad en si mismo, por su estabilidad emocional, por su capacidad para relacionarse y para tomar decisiones.
El líder de una empresa debe compartir la filosofía de la empresa para la que trabaja para poder desempeñar un papel personalizado, sin alienarse en su rol y atreviéndose a ser la persona que es y no solo el personaje.
El que se enajena en el rol no puede ser creativo ni crecer, tiende a aceptar las directivas de sus superiores y no asume responsabilidades propias, convirtiéndose en un títere del poder que representa.
El mejor liderazgo es por participación, cuando se alienta a que cada uno puede desplegar el rol que mejor juega trabajando en equipo.
El líder debe saber distinguir la personalidad de sus colaboradores y aprovechar sus aptitudes específicas para que puedan aportar a la organización lo mejor de si mismos.
El liderazgo es un rol que debe ejercerse con ecuanimidad, conocimiento y justicia, reconociendo el valor de cada uno de los miembros a su cargo y estimulándolos para crecer y desarrollarse en plenitud.