La Crisis de identidad
Hay preguntas que todos nos hacemos alguna vez en la vida pero cuando estas preguntas se convierten en la parte fundamental de nuestro pensamiento hasta el punto de interferir en las actividades rutinarias de nuestro día a día nos encontramos con un problema.
Las preguntas a las que nos referimos son algunas como las siguientes: ¿Quién soy?¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿hacia donde me dirijo?, etc. Y el problema al que nos referimos es el de la Crisis de Identidad. Momentos en la vida en los que no sabemos quienes somos ni nuestro cometido en nuestro entorno.
Lo que normalmente llamamos Crisis de Identidad es el reflejo en la mayoría de los casos de otros problemas como la angustia, los miedos y temores, la ansiedad, la imposibilidad de tomar una decisión, en definitiva, se trata de una reacción negativa ante momentos de dificultad en la vida o por lo menos, momentos que se perciben como difíciles.
Lo bueno de las crisis de identidad es que si se resuelven de forma favorable nos encontraremos con una nueva imagen de nosotros mismos, con nuevos objetivos y nuevas ilusiones. Este es el caso más optimista y es por el que luchan los profesionales de la psicología a la hora de ayudar a una persona con problemas de crisis de identidad. Se trata de ayudarlo a encauzar su vida, a encontrar sus metas, en ultima instancia, ayudarlo a encontrar su identidad.
El final de una crisis de identidad se resuelve con un momento de crecimiento personal, un crecimiento que para cada persona es diferente, por eso no se pueden aplicar fórmulas mágicas y aplicables a todos los casos.
Según Erik Erikson, quién estudió muy bien a las personas con crisis de identidad dijo que en esos momentos de crisis la persona realiza un análisis exhaustivo de si mismo. Este análisis puede tener resultados tan negativos que pueden derivar en problemas más graves. Por eso es bueno que estos procesos de análisis los puedan llevar estas personas de la mano de expertos.