La Mitomanía
Hoy te vamos a hablar de un trastorno psicológico que se convierte en un verdadero problema para las personas que las padecen y las que viven a su alrededor. Se trata de la Mitomanía que podemos definir como el trastorno que se caracteriza por mentir de forma compulsiva.
Las personas que padecen de Mitomanía se dedican a falsear la realidad que viven para poder hacerla más fácil de llevar.
Es evidente que todos hemos mentido alguna vez e incluso en alguna ocasión lo hemos realizado para crear una fantasía que sea menos dolorosa que la cruda realidad. La diferencia entre estas mentiras habituales y las mentiras patológicas de los mitómanos se centra en lo compulsivo de estas mentiras y por lo tanto, que se realizan de forma continua.
Podemos decir que en el Mitómano el mentir es un hábito hasta tal punto que aseguramos que casi el cien por cien de las cosas que dicen en sus conversaciones es mentira. Esto se convierte en un grave problema para la vida normal, laboral, de pareja, etc de los mitómanos de tal forma que van a necesitar de una dura terapia psicológica para poder acabar con esta patología.
Los delirios de grandeza, la deformación de la realidad hasta el punto de que se la creen y una desfiguración completa de la percepción sobre sí mismos es una de las características de los Mitómanos.
En términos de la profesión de Psicología el acto de mentir compulsivamente no se considera como una enfermedad por sí misma pero si es un síntoma claro de que esa persona no está bien psicológicamente.
Parece que el resorte que hace que estas personas mientan de esta forma es el poder conseguir prestigio con el resto de las personas con las que se relacionan creando una realidad deformada que les beneficia y les deja muy bien ante los demás.
Lo importante para ellos es crear la mejor de las imágenes de sí mismos antes los demás.
Lo curioso es que el mitómano, una vez que se conoce que lo que hace es mentir constantemente pierde toda su credibilidad en su entorno de tal forma que consiguen finalmente todo lo contrario a lo que quieren conseguir con sus mentiras.
El problema se agrava cuando el mitómano lo que quiere es hacer daño conscientemente. El caso de los estafadores de profesión en conjunto con este problema los hace verdaderamente peligrosos.
El mitómano parece una persona completamente normal cuando no se le trata mucho. Pero en el momento en que el trato es más continuo, el mitómano se desenmascara cuanto más habla de tal forma que al final pierde toda su credibilidad y la gente acaba rechazándolo. Las amistades acaban alejándose de este tipo de personas mientras que los familiares tienen que sufrirlos.
Es un problema muy difícil de poder tratar por parte de un terapeuta especialista porque no es sencillo que ellos mismos se den cuenta del problema que tienen y por lo tanto, que quieran recuperarse y convertirse en personas normales.