Hablemos de Cleptomanía
Hoy vamos a hablar de un problema más frecuente de lo que creemos y que está catalogado como un trastorno mental por parte de los profesionales de la Psicología.
Se trata de la cleptomanía, un problema del que seguro que has oído hablar alguna vez pero que te vamos a desarrollar más profundamente.
La cleptomanía es el impulso irrefrenable por robar pero no por el valor de lo que se está robando sino por las emociones que se sienten, la adrenalina y todo este tipo de emociones mientras se comete el acto del robo.
El cleptómano no solo roba sin pensar en el valor de lo que sustrae sino que además son cosas que normalmente no necesita, repetimos que solo lo hace por el placer de robar.
Se trata de un problema catalogado dentro de los trastornos del control de los impulsos como por ejemplo la piromanía en la que el paciente no puede evitar prender fuego. Entonces el tratamiento ya sabemos que debe de ir encaminado a poder controlar esos impulsos.
La característica general del cleptómano es que se hace con objetos de poco valor como bolígrafos, vasos, ceniceros, etc, por poner un ejemplo y que además son objetos que puede comprar perfectamente, motivo por el cual pensamos que la opción de sentir la emoción del robo y no poder controlar ese impulso es la más plausible de las explicaciones de la cleptomanía.
Fue en los años 60 cuando comenzó a definirse este problema de la cleptomanía en los Estados Unidos como un verdadero problema psicológico.
Se trata de un gran problema pues no solo crea dificultades al cleptómano con los familiares y amigos sino que se puede ver envuelto en problemas legales por robo con los consiguientes juicios y sentencias económicas y en el peor de los casos de cárcel.
Si se dan todas las condiciones que hemos expuesto y además la persona siente un gran alivio al realizar el robo estamos ante un caso de cleptomanía con un alto porcentaje de probabilidades.
Históricamente en el siglo XIX este problema estaba más asociado a las mujeres por lo que se le daba una explicación dentro de las diferencias de género pero se ha demostrado que esto no es así.
Según está catalogada esta enfermedad de la cleptomanía se trata de un trastorno que acompaña a uno mayor que es el trastorno obsesivo compulsivo y se puede comprobar porque el cleptómano tiene que cumplir con ciertos rituales y protocolos a pesar de no ser necesarios para la consecución del robo.
En cuanto a los tratamientos para poder llegar a una cura de la cleptomanía el primer paso es el de que persona sea consciente del problema y quiera resolverlo. Hay tratamientos desde la psicología cognitiva con terapia cognitiva conductual de tal forma que el conductismo también tiene mucho que decir para acabar con el impulso incontrolado.
También hay algunos fármacos que bajo prescripción psiquiátrica parecen tener algún efecto positivo, paroxetina, el lítio, la fluvosamina, buspirona, naltrexona.