Hablemos de la Oniomanía
Nuestra sociedad materialista y consumista nos ha llevado a la creación de nuevos trastornos relacionados con ello. En esta ocasión vamos a hablar de los compradores compulsivos que consiste en un trastorno psicológico en el que la persona que lo sufre no puede evitar comprar de forma compulsiva incluso objetos que no necesita para nada.
Ahora que se acercan las fechas de la Navidad podemos caer en este problema de las compras compulsivas. Evidentemente cuando salimos a un centro comercial siempre sentimos ese deseo de comprar algo, pero algo que nos guste, que nos sea útil, en definitiva, estamos hablando de una compra con cierto sentido en algún aspecto.
El problema de la Oniomanía es mucho más grave hasta el punto de estar tipificado como un trastorno psicológico en el DSM-IV que es el manual de diagnóstico clínico que usan los psicólogos de forma consensuada a nivel mundial.
Hay que reconocer que comprar es todo un placer que la mayoría de nosotros sentimos y que nos impulsa a ahorrar para volver a comprar y así sucesivamente. Tener dinero y poder gastarlo en lo que nos gusta es uno de los motores que mueve nuestra Sociedad actualmente.
Esto llevado a los extremos en determinadas personalidades puede llegar a convertirse en todo un problema psicológico incontrolable por la persona que lo sufre, de ahí el adjetivo de Compulsivo en la definición de Oniomanía.
Además, es importante destacar que la Oniomanía no es simplemente un hábito de gasto excesivo. Es un trastorno que puede tener graves consecuencias para la salud mental y física de la persona que lo padece. Puede llevar a la depresión, la ansiedad y otros problemas de salud mental. También puede causar problemas de salud física, como el estrés crónico, que puede llevar a problemas cardíacos y otros problemas de salud graves.
Imaginemos que no podemos parar de comprar de forma compulsiva, es claro que los problemas económicos a nivel individual y familiar van a llegar irremediablemente por culpa de este trastorno, de no poder evitar comprar y comprar, por eso es muy importantes detectar el problema y que la persona que lo sufre se haga consciente del mismo para poder buscar la ayuda profesional necesaria para poder atajarlo.
La compra compulsiva está definida concretamente como una motivación de comprar persistente, irresistible, asaltante y que sucede de manera repentina y que nos lleva a una sensación de placer una vez consumada la compra. Esta sensación es la llave que nos abre el camino hacia una nueva compra compulsiva. Una persona así es alguien que sufre de Oniomanía.
Según los porcentajes que se están barajando actualmente, entre un 1% y un 6% de la población general sufre de estas compras compulsivas alguna vez.
Se confirma además que las mujeres son más propensas a sufrir este trastorno de compras compulsivas. Además ellas describen sensaciones mucho más placenteras que los hombres a la hora de realizar una compra.
La ropa, los zapatos, los complementos son los objetos de compra más habituales en las compras compulsivas. Los que sufren de Oniomanía no importan la cantidad de pares de zapatos que tengan en casa, siempre van a querer más por la sensación placentera que les ofrece el poder hacer estas compras. Parece que lo que se busca de forma inconsciente es más ese placer de realizar la compra que el poder adquirir el objeto comprado.
Se trata de un trastorno de control de los impulsos tal y como está descrito en el DSM-IV hay patrones de personalidad comunes en las personas que sufren este trastorno. Hay estudios que vinculan de forma muy significativa la oniomania con los desordenes alimenticios. Además, se ha observado que las personas con Oniomanía a menudo tienen problemas de autoestima y buscan en las compras una forma de sentirse mejor consigo mismas. También es común que estas personas tengan dificultades en sus relaciones interpersonales, ya que su obsesión por las compras puede interferir con su capacidad para interactuar de manera saludable con los demás.