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Psicología Evolutiva-Parte I

Publicado por Malena

Crecer no es madurar, sólo es ocupar más lugar.

Psicología Evolutiva-Parte I

La Psicología Evolutiva distingue las fases del desarrollo de un ser humano desde la concepción, hasta la adolescencia.

La primera etapa abarca el estudio del curso psíquico prenatal hasta el nacimiento; la segunda se ocupa del neonato, su aprendizaje locomotor, la adquisición del lenguaje, y su posterior rendimiento escolar; y la tercera comprende la evolución psíquica desde el principio de la prepubertad hasta el final de la pubertad, aunque actualmente se considera que esta tercera etapa se extiende bastante más allá del citado límite.

Los estudios recientes demuestran que la etapa prenatal tiene una importancia significativa en el futuro psicológico de una persona. Por ejemplo, si el bebé es aceptado o rechazado por sus padres, la influencia del stress materno y sus consecuencias en el niño, o el consumo por parte de la madre de sustancias tóxicas que pueden provocar partos prematuros y el nacimiento de bebés de menos peso de lo normal.

Existen evidencias que indican que las condiciones del embarazo afectan seriamente el comportamiento del niño después de nacido y también influyen en el parto.

Los estudios realizados revelan que el bebé dentro del útero reacciona frente a los estímulos sonoros aunque no esté desarrollado aún su sistema auditivo, registrando algún tipo de sensación que puede llegar a ser placentera o no, según el sonido.

Después de la concepción, el óvulo fecundado se desplaza por la trompa hasta el útero donde se fijará a la mucosa continuando su desarrollo hasta la formación del embrión.

A los dos meses, una vez duplicado su tamaño pasará a ser un feto.

Este crecimiento continúa progresivamente hasta el momento del nacimiento, alrededor de las 36 semanas, en el caso de un parto normal.

El trauma del nacimiento implica una serie de sensaciones displacentaras para todo niño que deberá pasar de un estado ideal dentro del útero a otro perturbador, que es el mundo exterior, donde el niño es invadido por una serie de excitaciones inevitables que también dejarán su huella psíquica.

Otto Rank destaca que una mayoría de sujetos con temores hipocondríacos, exageración de su instinto de conservación y miedo a la muerte tienen en sus antecedentes el dato de haber nacido con dificultad.

Un ser humano al nacer cuenta con una cantidad de reflejos presentando también una escasa movilidad espontánea.

Desde el nacimiento, el afecto de su madre o sustituta ocupará un lugar muy importante para su normal desarrollo principalmente durante el primer año de vida.

Un rasgo esencial del segundo semestre es la capacidad de reaccionar selectivamente. El lactante puede ya escoger objetos de su pequeño mundo particular y el poder permanecer sentado amplía su espacio y sus posibilidades.

El juego comienza siendo rudimentario al principio hasta convertirse en una forma de adiestramiento o preparación para la acción seria.

Con respecto a la adquisición del lenguaje, un niño de uno a dos años tiene ya un pequeño vocabulario para manejarse y recién al final del segundo año surgen las primeras frases.

(continúa en Parte II)