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Educación Sexual en las Escuelas

Publicado por Malena

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En Octubre de 2008 fue sancionada la ley de enseñanza de educación sexual en las escuelas.

Es algo que debería haberse hecho hace mucho tiempo; aunque lo mejor hubiera sido que siempre se hubieran impartido conocimientos sobre este tema cada vez que las circunstancias de los programas educativos lo permitieran.

Porque la sexualidad no es algo separado de la vida ni debería ser una asignatura como las demás materias. Es un conocimiento que debería incluirse cada vez que los temas de cada materia favorecen su inserción, que es el momento justo para brindar las explicaciones sobre la vida sexual que los alumnos requieran.

Así como en el hogar los niños deben ser instruidos sobre la sexualidad humana naturalmente, a medida que van preguntando, contestando solamente lo que cuestionan; así debería ser en la escuela.

Por lo tanto, sería muy importante que los docentes estuvieran preparados para contestar esas preguntas en forma espontánea, sin expandirse más allá de lo que los alumnos demuestran querer saber y sin necesidad de darle un espacio específico a ese tema.

La sexualidad humana tiene que estar integrada a la vida, y como tal debe considerarse un tema que necesariamente debe estar incluido en el tratamiento de cualquier asignatura.

Lo que antes se pasaba por alto ahora tiene que surgir libremente con una sola limitación, la acentuación de la característica estrictamente humana de la sexualidad, que es la necesidad de ligarla al amor, y que además incluye la necesidad de razonamiento, de reflexión y la debida responsabilidad.

Es necesario saber qué clase de individuos queremos en nuestra sociedad para poder orientarlos adecuadamente en todos los quehaceres sociales y del mismo modo en su conducta sexual, para que sean personas felices y realizadas.

Queremos adultos sin inhibiciones ni necesidad de perversiones, que puedan gozar de la sexualidad, siendo responsables y evitando las experiencias muy tempranas, cuanto aún no están maduros ni en condiciones de asumir responsabilidades.

Insisto en la postura de que en las escuelas lo más indicado es contestar las preguntas de los alumnos y no darles una clase de educación sexual que probablemente no entiendan; porque cada etapa del desarrollo humano está preparada para recibir determinados conocimientos y no otros.

Los varones deben ser incentivados por sus familiares y por los docentes a la práctica de deportes desde muy jóvenes, como una medida saludable y recreativa que los mantendrá ocupados e interesados; ya que necesitan derivar su energía para su desarrollo físico y al mismo tiempo les permitirá mantener sus mentes despejadas, alejándolos del ocio y de las prácticas adictivas o sexuales irresponsables.

Los niños de ahora serán los que construirán el futuro y deberán estar preparados para ese quehacer, y esta tarea es tanto de la familia como de sus educadores.

Los padres deberán apoyar a los maestros en la educación sexual que sus hijos necesitan y no obstaculizar las nuevas disposiciones sin tener los conocimientos ni los fundamentos sólidos como para oponerse a esta iniciativa.

Todo intento de cambio en una sociedad tiende a ser rechazado sin un justo análisis y la realidad nos muestra todos los días que la falta de una educación sexual adecuada favorece las conductas aberrantes.

Los seres humanos son los únicos en la naturaleza que no ven copular a sus padres; y si esto ocurriera, tampoco sería favorable para su formación sexual; y hasta podría afectarlos por recibir una excitación que siendo niños no pueden manejar, al ver una escena que puede ser interpretada como un acto de violencia física.

Por lo tanto tienen también que ser los únicos que deben ser instruidos como corresponde para que puedan lograr en sus vidas una sexualidad normal sin perturbaciones psicológicas.