El Dibujo de la Figura humana en niños-Primera Parte
Una de las técnicas más utilizadas por los psicólogos de niños es el dibujo, porque en los dibujos se encuentran los mensajes más significativos y elocuentes.
También es una técnica que se puede implementar para los adultos en situaciones de crisis emocionales o cambios.
Sólo se necesita un lápiz y un papel y puede ser un dibujo libre o se puede indicar que copien un modelo o bien proponer un tema específico. Pero lo que sin lugar a dudas suele ser muy interesante es el dibujo de la figura humana que muestra con mucha claridad las emociones, vivencias y actitudes del niño.
Esta técnica les resulta a los niños placentera porque a la mayoría les encanta dibujar y pintar.
Los niños dibujan todo tipo de cosas cuando la consigna es un dibujo libre pero lo más común es que dibujen personas.
Existen dos modos principales de evaluación de los dibujos, una forma es utilizando la técnica proyectiva donde se pueden detectar necesidades inconscientes, conflictos y características de personalidad; la otra manera de evaluarlo es considerarlo como un test evolutivo de maduración mental.
Por lo general se utilizan ambos enfoques con resultados muy valiosos y precisos.
Con respecto al grado de maduración mental, las investigaciones han dado como resultado distintos rangos de aparición de determinados ítems en los dibujos según la edad y el sexo.
Por ejemplo: en los varones de cinco años, los ítems que se espera que un niño dibuje son: cabeza, ojos, nariz, boca, cuerpo y piernas; los comunes: brazos, pies, dedos y cabello, los bastante comunes, brazos de dos dimensiones, piernas de dos dimensiones, brazos hacia abajo, cuello, manos, orejas, cejas y los excepcionales, pupilas, pies de dos dimensiones, 5 dedos, hombros, proporción, fosas nasales, perfil, codos, 2 labios y rodilla.
Es decir que cuanto más elaborado es el dibujo mayor maduración mental indica y cuanto más ítems estén ausentes nos está mostrando un atraso madurativo.
En cuanto a los indicadores emocionales, el sombreado de la cara es significativo para todos los niños entre cinco y doce años, que también se puede observar en pacientes clínicos, e indica generalmente descontento con uno mismo, ansiedad y angustia.
El sombreado del cuerpo y de las extremidades solamente es significativo cuando aparece en los dibujos de niñas después de los ocho años y después de los nueve en los varones y señala preocupación por las partes sombreadas.
El sombreado de manos y cuello es un indicador emocional válido hasta los 7 años en las niñas y los 8 en los varones. El sombreado del cuello puede indicar dificultad para controlar los impulsos.
La grosera asimetría de las extremidades puede estar asociado con la coordinación pobre, con la impulsividad o la confusión de la dominancia lateral. Se suele dar en niños de grados especiales.
La inclinación de la figura en 15º o más señala inestabilidad, un sistema nervioso inestable o una personalidad lábil que le falta una base firme.
La figura pequeña refleja extrema inseguridad, retraimiento y depresión y posiblemente sentimientos de inadecuación.
La figura demasiado grande se asocian con la expansividad, inmadurez y escasos controles internos.
Las transparencias también se asocian con inmadurez, impulsividad y conducta actuadora. Se puede afirmar que las transparencias en áreas específicas indican angustia, conflicto o miedo agudo principalmente con respecto a lo sexual, el nacimiento o la mutilación corporal.
La cabeza pequeña es signo de sentimientos intensos de inadecuación intelectual y los ojos bizcos señalan hostilidad, ira y rebeldía.
Los dientes son un indicador de agresividad y de dificultades para conectarse con las otras personas.
Los brazos pegados al cuerpo pueden reflejan un control interno bastante rígido y las manos grandes se relacionan con las conductas agresivas relacionadas con las manos, el robo o la agresividad.
Las manos ausentes muestran sentimientos de culpa, de niños que roban o que tienen bajo rendimiento escolar.
Las piernas juntas indican tensión en el niño y un rígido intento de controlar sus impulsos sexuales o temor de sufrir un ataque sexual.
El dibujo de los genitales debe ser considerada como un signo de una posible psicopatología seria que incluye angustia por el cuerpo y falta de control de impulsos.
Fuente: «El Dibujo de la figura humana en los niños» Elizabeth M. Koppitz, Editorial Guadalupe, Buenos Aires, Argentina, año 1982
(continúa Segunda Parte)