Sujeto y objeto
En el artículo anterior les transmití la teoría de las parejas que arma J-A Miller en su curso «El partenaire-sintoma». De ahí, recorté lo que Miller llamó la pareja imaginaria y la pareja simbólica, a partir de conceptualizaciones lacanianas.
Y les dije que iba a hablarles de una tercera: la del parteneire síntoma.
Pero, será la cuarta. Ya que antes hay una tercera para introducir -por lo que aquella quedará para un próximo post.
Esta es la pareja que se escribe con la fórmula del fantasma : $ losange a.
Sujeto y objeto que muy poco tiene que ver con la tradición filosófica de la reción sujeto-objeto; es más, esta fórmula lacaniana la subvierte en todo sentido…
Esta pareja que les transmito en tercer lugar, ya se conforma de manera diferente, y fue destacada en la enseñanza de Lacan como un punto pivote en la experiencia subjetiva.
Se trata, dice Miller, de la pareja del deseo, y aquí Lacan no nos da referencias imaginarias como en las parejas anteriores…
En ésta, la fórmula del fantasma -otra de las fórmulas que hacen pareja- conlleva al sujeto recibiendo como complemento de esa falta en ser, a un objeto: lo que Lacan llamó objeto a
Así, aquellas dos parejas lacanianas que les transmití en el artículo anterior, se conjugarán en esta tercer fórmula -algo que podemos ver en su escritura misma- en la que se unen un elemento simbólico($) con otro imaginario(a). Un objeto «positivado», dice Miller.
Lacan daba su fórmula del fantasma en los Escritos, en un primer momento, como la posición del sujeto en relación con el otro, con su semejante; es decir, no hay un semejante del sujeto …
Y si es necesario escribir esta tercer pareja es porque esa falta en ser que marca al Sujeto no se termina de complementar con un elemento simbólico. Es decir, al sujeto no le basta con el reconocimiento del Otro.
Pero lo que puede confundir es que este pequeño a de esta tercer pareja no es el a imaginario de la primera, por lo que Lacan se ve forzado a decir que es una imagen con una función significante. Una primera formulación del fantasma en Lacan.
Es decir, el Sujeto, en esta pareja se dirige al Otro no ya para ser reconocido, sino para buscar en él el objeto a que el sujeto necesita para su complemento.
Ahí, el objeto a toma valor de objeto del deseo, «positivado» decimos con Miller, en tanto no se trata del menos, del negativo que implica la falta… El objeto a aquí es el elemento en positivo en relación (losange) con un sujeto dividido, y con un Otro que también lo está.
Así, en la enseñanza de Lacan se abre una doble perspectiva para el comentario: el deseo del Otro ligado al a (como el exponente de tal deseo); y del lado del Sujeto, una nueva interpretación de su falla, como «eclipse» o «fading» (caído)
En esta pareja del deseo, el sujeto no tiene dirección directa con el Otro; solo se vincula al Otro en tanto se acopla con ese objeto al que complementa.
Adelantándoles entonces el tema del próximo artículo, tenemos la cuarta pareja de estas que Miller desglosa como teoría a partir de las conceptualizaciones lacanianas: «la pareja del goce»
FUENTE: MILLER,J-A. «El partenaire-síntoma»