Acto e imposible
El acto analítico puede situarse en relación a la interpretación, cuando ésta fracasa. Esa interpretación que ya no alcanza; el acto analítico en el lugar en el que no hay cómo obrar con la interpretación. Eric Laurent en ese punto sitúa que si se juega el acto analítico, se enfrenta con la cuestión de ese vacío central.
Comencemos con ubicar qué es el acto analítico: el acto analítico es el que logra mostrar lo que no se puede decir; es de ahí de donde saca su fuerza, su lugar, su enfoque, su originalidad. Si se ubica al acto analítico en esa dirección, es mucho más estricto, como definición, en el sentido de la riqueza que tiene este término.
Podemos comenzar diciendo que el acto se ubica donde no hay Otro, donde no hay Gran Otro. Este es un aspecto a considerar. Pero el acto no solo implica hacer algo «sin pensar». Lo que define al acto como analítico es que diga lo que no se puede decir; que muestra lo indecible, con todo lo que esto tiene de paradójico…No hay psicoterapia posible de ese vacío, pero hay maneras de decir.
El acto consiste en hacer valer, designar, el lugar de lo no decible en el decir.Es algo que no puede interpretarlo, no puede representarlo, pero lo muestra.
La cuestión es que lo no dicho, la evocación de lo no dicho, puede tomar el sesgo, por una parte, de la división subjetiva. Y esto, dijimos, produce recorridos. El agotamiento de tales recorridos, de tales secuencias de saber es justamente mostrar este punto…ese lugar indecible alojado en ese punto de transferencia, verificado como indecible del análisis para ese sujeto.
Lacan decía que la posición del analista introduce una modificación importante del estilo, del decir o del escribir, Lacan hablaba del «bien decir». Y en este punto, se trata del analista en posición de objeto a, desde el cual no enganchará más con esas cadenas de saber.
Una digresión respecto del analista y su estilo: hay que tener en cuenta que el analista está en el mundo también. Por ejemplo, Lacan tiene une estilo plagado de su ubicación como S1, significante Uno, porque delibera un combate. Es decir, por una parte, lacan desarrollaba una abre, y por otra, desarrollaba un combate que lo llevaba a colocar subjetividad, frases despreciativas, ironías, sarcasmos, etc. Pero se paga un precio…Y quizá sea por lo que muchos lo rechazan; pero lo interesante aquí es el saber que él despliega en su enseñanza, y en ese punto, se le perdona todo lo otro, por decirlo de algún modo.
En ese punto del precio a pagar, está el ejemplo de ese «lacanismo», esos analistas imitadores de Lacan, esa identificación no precisamente sobe las cadenas de saber, sino a lo deplorable…
En la práctica analítica la posición del analista, el analista como uno, cualquier significante que lo represente a uno como sujeto, no lo puede usar, porque cuando lo usa se convierte en una relación de dos. Y no actuar quiere decir eso. No es que nos e puedan hacer cosas, pero no en nombre del nombre, no en nombre del significante que nos representa. De eso se trata el «no obrar».