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Diferencia entre Emociones y Sentimientos.

Publicado por Lic. Maria V.

Muchas veces usamos emociones y sentimientos como sinónimos, pero no lo son. En épocas como la presente donde cada vez resulta más urgente trabajar en educación emocional, estas diferencias nos ayudan a conocer un poco más acerca de lo que nos pasa, pudiendo nombrar y tener mayor claridad en su registro.

Sin embargo, no es tan sencillo definir lo que son las emociones. Su caracterización y clasificación varía considerablemente según los autores. Las emociones son muchas, algunas de carácter muy complejo, que no se atienen a atributos simples y universales, sino que varían en su manifestación según el individuo que las experimenta.

Podemos, de todas maneras, circunscribir su significado, para así comprenderlo mejor y poder diferenciarlo del término Sentimiento.

La emoción, en líneas generales, es una reacción compleja ante uno o varios estímulos, que pueden ser externos o internos, reales o imaginarios, y pueden percibirse de modo conciente o inconciente.  Esta respuesta es automática y no es voluntaria. Pertenece a un conjunto de respuestas, que a lo largo de la evolución se desarrollaron como forma de afrontar la realidad y de sobrevivir. Con el paso del tiempo estos modos de respuesta se fueron modificando y complejizando cada vez más.

Las emociones no se desarrollan de igual manera en todos los seres humanos porque implementamos lo que se llama una valoración de los estímulos. Esa valoración, que es inicialmente automática, es la que evalúa si un estímulo se considera positivo o negativo, generando una respuesta emocional distinta en cada caso. Por ejemplo: para una persona puede ser placentero recibir una visita inesperada, desarrollando alegría ante ese acontecimiento, y para otra lo inesperado de la visita puede generarle angustia o ansiedad.

En un segundo momento lo que se valora es si contamos con las herramientas necesarias para afrontar eso que se nos presenta. Este tipo de valoración cognitiva es más conciente. El modo en que valoramos los estímulos es multifactorial pero está estrechamente vinculado a nuestros modos de crianza y al camino recorrido a lo largo de nuestro desarrollo en relación a lo emocional.

Las emociones pueden durar un período de tiempo, pero es relativamente corta su permanencia. Son respuestas y, como tales, tienen su duración.

Los Sentimientos, por el contrario, son emociones hechas conscientes, de modo que pueden alargarse o acortarse en el tiempo, porque interviene la capacidad de razonamiento cognitivo y la voluntad. Los sentimientos ya no se definen como reacción o modo de respuesta sino que implican estados más continuos a lo largo del tiempo.

Las emociones se pueden registrar en el cuerpo porque se asientan en él, manifestándose en gran parte a través de sensaciones fisiológicas. Los sentimientos surgen a partir de la concientización de este registro, y la posibilidad de verbalizar, decidir y racionalizar acerca de eso que se experimenta.

El trabajo con las emociones es sumamente importante ya que conocemos muy poco de ellas a pesar de que convivimos cotidianamente con sus manifestaciones. Las emociones llevan a la acción, y nos conducen a conductas que suelen ser impulsivas. Concientizarlas nos da mayor posibilidad de elegir, de hacer intervenir nuestra voluntad, y en muchos casos, de transformar la manera en la que valoramos los estímulos que nos rodean.