Psicología
Inicio General El Pensamiento Positivo

El Pensamiento Positivo

Publicado por Malena

El Pensamiento Positivo

El movimiento o vibración es la raíz de todo y todos los seres están relacionados por una red de conciencia, la conciencia global.

El pensamiento es una vibración y se mueve en ondas desde el objeto a nuestra mente convirtiéndose en una imagen. El pensamiento es el creador de la ilusión y es el resultado del pensar pasado.

Cada mente tiene su propio grado de vibración, que se modifica constantemente por el pensar presente; pero sólo puede conocer las impresiones de las cosas.

La conciencia o Yo verdadero puede conocer cuando puede reproducir las vibraciones del objeto que desea conocer, o sea cuando logra situarse en la misma frecuencia.

Cuando la conciencia vibra afecta la sustancia mental que la rodea y cada vibración de la conciencia, aunque sólo sea debida a un pensamiento fugaz, atrae al cuerpo mental algunas partículas de materia mental y expele otras. La calidad de esta materia mental depende de la calidad de las vibraciones que la conciencia pone en acción.

Pensamientos puros y elevados están compuestos de vibraciones rápidas y pensamientos impuros vibraciones más lentas.

De esta manera las vibraciones de la conciencia están expeliendo una clase de materia y atrayendo otra de acuerdo a su vibración.

Si nuestros cuerpos mentales están compuestos de materia pura de alta vibración, los pensamientos impuros no tendrán respuesta, y por lo tanto, no pueden causarnos daño alguno y si están hechos de materia impura serán afectados por cada mal pensamiento, permaneciendo insensibles a los buenos de los que no podrá recibir beneficio alguno.

Cuando nos ponemos en contacto con alguien cuyos pensamientos son elevados, sus vibraciones mentales, actuando en nosotros, despierta nuestras vibraciones elevadas y pueden liberarnos de las vibraciones más lentas e impuras.

Nuestra capacidad de responder a las vibraciones rápidas y puras depende en gran medida de nuestro propio pensar anterior.

Sin embargo, algo se puede hacer desde afuera que contribuya a la formación y evolución de nuestras mentes. Para ello, debemos tener buenos pensamientos pues somos los constructores de nuestras propias mentes.

Si tenemos verdadero interés en cultivar nuestras mentes para que evolucionen y eleven sus vibraciones, podemos empezar leyendo un libro con contenido trascendente todos los días, y por cada cinco minutos de lectura pensar y asimilarlo el doble de tiempo.

Gradualmente el poder del pensamiento crece, se llega a dominar y a poderlo dirigir a fines definidos. La concentración es la facultad de fijar el pensamiento en un punto definido y mientras no se adquiera esta habilidad el poder del pensamiento no se podrá ejercitar.

El pensamiento es el responsable de nuestra tendencia hacia el sentimiento de unidad o al de separación, o sea que es el instrumento para reconocer las vibraciones de la conciencia global y también de las conciencias individuales, discriminar la calidad y permitir que nuestras vibraciones se tornen más puras.

El Ego tiende a fragmentar nuestra propia unidad tanto biológica como psíquica y como consecuencia proyecta una realidad también dividida.

El verdadero Yo, como Ser consciente, o Self, es una unidad que desea, siente y conoce.

Nuestro pensamiento, que tiene como punto de referencia al Ego ve las imágenes de la realidad, las ilusiones de los sentidos.

Sólo la conciencia o Self es la que logra captar su identidad con lo observado, terminando con la separación Yo-No yo.