El Reiki y la Sanación
“Cada maestrito con su librito”
Desde el punto de vista psicológico el Reiki es una forma de apoyo para lograr modificar las conductas y actitudes que afectan la personalidad.
Los desequilibrios emocionales producen también cambios químicos en el cuerpo, causando la disminución de la capacidad inmunológica, permitiendo el desarrollo de distintos tipos de patologías físicas.
(Rei) es la energía del universo, con la cual está toda la naturaleza conectada y (ki) la energía vital que circula dentro de cada organismo, que es diferente de un ser a otro.
El objetivo básico del Reiki es ayudar a integrar e interactuar en forma armoniosa la energía del universo con la energía vital interna de los seres vivos, para devolverles la salud.
La persona que practica Reiki emplea su energía mental y se transforma en el conducto por donde circula la energía curativa del universo, pudiéndola transmitir a la persona que desea curar.
El paciente recibe esa energía curativa y se cura a si mismo con ella, facilitándo la circulación fluida de su propia energía interna, con la cantidad y calidad necesarias para que pueda vivir saludablemente.
De esta manera es como se logra la reconexión con la energía del universo dando lugar a los procesos de revitalización física, mental y emocional que proporcionan bienestar natural a todo ser vivo.
En la ciudad de Bragado, Provincia de Buenos Aires, Argentina, el cacique mapuche Máximo Coñequir, por medio de la imposición de manos, cura los malestares físicos de los miembros de su comunidad siguiendo las tradiciones de los pueblos originarios.
En el mes de agosto de este año, se inauguró en esa localidad un centro de salud intercultural, impulsado por el Ministerio de Salud bonaerense.
El cacique Coñequir atenderá a los integrantes de la comunidad, que en Bragado y alrededores suman unas cuatro mil personas, en un lugar de la estación que fue reacondicionado y que está situado frente al centro sanitario del pueblo.
La idea de articular la medicina tradicional y las prácticas de los aborígenes no es nueva ya que en América del Sur esa relación se mantiene de hecho desde hace muchos años, debido a la clara resistencia de los aborígenes a la consulta con los médicos que no pertenecen a su pueblo.
Muchas prácticas médicas resultan para ellos ofensivas, como desnudarse para ser revisado por el médico o dar a luz en posición vertical.
Para integrar los dos sistemas de salud, el Ministerio organizó una serie de encuentros de los que participaron representantes de varias etnias, funcionarios y académicos de universidades nacionales.
Aunque existen experiencias similares en otros lugares del país, esta última tiene la característica de incluir formalmente un servicio de salud intercultural en la red sanitaria bonaerense, hasta ahora inédito.
Se le asignó una ambulancia al sanador aborigen, Máximo Coñequir, quien estará en permanente contacto con los profesionales médicos de la unidad sanitaria del lugar.
Esta iniciativa reconoce la importancia de las necesidades aborígenes que se negaban a recibir tratamientos médicos que consideraban violentos para sus costumbres.
Si este cambio resulta favorable, se podría llegar a concretar en otras zonas de la provincia como San Nicolás y Villarino, donde residen comunidades aborígenes con gran cantidad de integrantes.
El cacique Coñequir manifiesta que la imposición de manos y las hierbas naturales armonizan la energía de las personas, que es un don natural.
En la actualidad los aborígenes reconocen que existe una mayor integración en la sociedad con la posibilidad de seguir manteniendo sus diferencias étnicas, por esa razón consideran a este centro de salud muy importante.
Para recibir los beneficios de la imposición de manos o del reiki, no se necesita la condición de creyente.
Fuente: «Diario La Nación», Buenos Aires, Argentina, 10/08/2007.