La Existencia
Vivir no es sólo estar vivo, es existir, y existir es necesariamente trascender, es decir, superarse a si mismo.
La pregunta que más se ha hecho el hombre desde que existe es precisamente qué es la existencia.
Desde el punto de vista científico aún no se sabe cómo ha comenzado la vida y en qué consiste. Hasta ahora han sido inútiles todos los esfuerzos para responder a esta pregunta utilizando el método científico.
Pero existen respuestas desde el punto de vista religioso, filosófico o metafísico, que nos permiten elegir aquella que compartimos desde lo más profundo de nosotros mismos.
Cualquiera sea nuestra forma de pensar, la realidad es que hemos nacido y estamos en este mundo, de manera que aunque no creamos en la eternidad del alma, ni en la reencarnación ni en la vida después de la muerte, es innegable que el fenómeno de la existencia es por lo menos, una oportunidad de vivir experiencias.
La naturaleza es maravillosa, sólo el hombre, como parte de la naturaleza, es la única especie natural que tiene conflicto. El hombre piensa y el pensar lo hace diferente. Su pensamiento mediatiza la realidad y toda su vida la vive comparando todo con sus ideas, sin ver y aceptar las cosas como son.
La necesidad de superación del hombre es un hecho real, todo ser humano aspira a algo mejor, según sus circunstancias, y toda su vida, consciente o inconscientemente se orienta hacia la realización de sus objetivos.
Los animales viven atados a sus instintos, sólo el hombre es el único ser en la naturaleza libre de elegir su propio destino o no hacer nada para cumplirlo. El error de la mayoría es creer que para lograrlo debe superar a los otros, porque no saben que el verdadero desafío es superarse a sí mismo.
En este punto, es importante destacar que la existencia no es una competencia, sino un viaje personal de autodescubrimiento y crecimiento. Cada uno de nosotros tiene un camino único que recorrer, lleno de desafíos y oportunidades que nos ayudarán a evolucionar y a entender mejor quiénes somos. La existencia es un regalo, una oportunidad para aprender, crecer y contribuir al mundo de una manera significativa.
Muchos entienden que esta vida es como una carrera para vencer a los demás y llegar primero, pero es un pensamiento mezquino y ciego creer que somos seres aislados, sin relación con todo lo demás que nos rodea.
Nadie puede ser feliz rodeado de infelices, es al revés, sólo se puede ser feliz cuando todos los demás también los son. Esta es una verdad fundamental de la existencia: estamos interconectados y nuestras acciones tienen un impacto en los demás. Por lo tanto, nuestra felicidad y bienestar están intrínsecamente vinculados a la felicidad y bienestar de los demás.
Con sólo mirar a la naturaleza tenemos todas las respuestas, sin necesidad de hacer más preguntas, ella nos demuestra que la evolución es el verdadero propósito de la vida y que nosotros tenemos la oportunidad de participar.
No sabemos quienes somos y por qué estamos aquí, pero no importa, somos parte de una extraordinaria orquesta donde cada uno tiene un instrumento para interpretarlo tratando de mantener la armonía. En este sentido, la existencia es una sinfonía, y cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar. No importa cuán pequeño o grande sea nuestro papel, cada uno de nosotros es esencial para el funcionamiento armonioso del todo.
En última instancia, la existencia es un misterio maravilloso que estamos aquí para explorar y experimentar. A través de nuestras experiencias, aprendemos, crecemos y evolucionamos, y a través de este proceso, contribuimos a la evolución del todo. La existencia es un viaje, y cada uno de nosotros es un viajero en este viaje, explorando los misterios de la vida y contribuyendo a la sinfonía de la existencia con nuestras propias notas únicas.