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La Psicología y la Moral

Publicado por Malena

La Psicología y la Moral

El que no reconoce su moral natural, no puede distinguir el bien del mal.

¿La moral se aprende o es una cualidad que tienen los seres humanos de nacimiento?

La teoría de la Gestalt se basa en los fenómenos de la percepción. Cada uno de nosotros tiene una forma de ver la realidad en función a sus prejuicios, experiencias, idéas y creencias, de modo que un mismo objeto o fenómeno puede interpretarse de manera diferente, según quien sea el que lo experimente.

Pero lo que si es cierto es que todos, frente a un estímulo difuso o ambiguo, tendemos a darle una mejor forma.

De manera que la percepción tiene la facultad de ordenar lo desordenado brindando una definición a lo difuso.

Sabemos que el hombre es un ser racional, es decir que puede apreciar naturalmente las relaciones lógicas entre las cosas o entre los acontecimientos.

La realidad funciona respetando las leyes físicas y también la moral se basa en el principio de la razón; mientras que la la inmoralidad responde a conductas caóticas que no respetan el orden cósmico.

El orden favorece el equilibrio es constructivo y el desorden destruye.

La experiencia ha obligado a la humanidad a mantener el orden en la sociedad para resguardar la supervivencia, porque cada acción tiene una reacción y esa característica de la realidad es natural y no se puede eludir.

Las conductas aberrantes producen sufrimiento y una sensación de desequilibrio y culpa.

El sentimiento de justicia trasciende el Código penal. Los seres humanos sentimos las injusticias aunque no conozcamos las leyes, es parte de nosotros mismos.

El hombre tiene la intuición de la buena forma y tiende a perfeccionarlas orientado por una necesidad interior.

La educación fortalece o debilita esta cualidad humana, pero aunque una persona decida realizar un acto inmoral, siempre va a percibir el error aunque su educación y sus circunstancias se lo hayan permitido concretar.

Los errores producen huellas anémicas como cualquier otro acontecimiento humano y quedan registrados en el inconsciente en forma indeleble, aunque no los recordemos.

La tragedia del hombre es su necesidad natural de comparar la realidad con su ideal, concepto mediático que tiende a la perfección.

El egoísmo es percibido como un error porque esencialmente somos seres sociales que dependemos unos de los otros.

El deseo del hombre de perfección es natural y se ha manifestado en todas las culturas como religión.

La religión es una prueba de que el hombre puede acceder intuitivamente a la verdad y al bien. El mal desconoce nuestra propia esencia y abre el camino de la desintegración.

Por eso es tan importante el autoconocimiento, porque a través de él distinguimos nuestra verdadera esencia moral y reconocemos la existencia del orden cósmico.

Las religiones son inspiraciones que tuvieron hombres con la sabiduría suficiente como para llegar a comprender la realidad tal cual es, buceando dentro de ellos mismos.

Las personas que no creen en una religión necesitan un código ético para poder sobrevivir, y ese código ético es la conexión que intentan con el cosmos, su propia religión.