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La Psicología y el LSD

Publicado por Malena

La Psicoterapia y el LSD

Modificar la naturaleza es nuestro privilegio mayor, pero pagamos esa ventaja con dolor.

El comezuelo es un hongo de pastos y cereales, principalmente de la cebada. En 1937 Albert Hofmann, químico suizo de los Laboratorios Sandoz, sintetizó la dietilamida del ácido lisérgico a partir de este hongo.

Al someterse a si mismo a experimentos con esa droga, descubrió que era lo más potente conocido hasta ese momento.

Resultaba ser un fármaco desprovisto de tolerancia que al usarse con asiduidad diaria simplemente dejaba de hacer efecto. Es por ello que interesó a los psicoterapeutas de esa época, quienes pensaron que su estudio podría ayudar a facilitar el conocimiento de la enfermedad mental.

A principios de siglo la esquizofrenia en Europa tenía millones de víctimas. En Londres, algunos psiquiatras comenzaron a estudiar los efectos de la mescalina y observaron que producía experiencias similares al mundo interno de los esquizofrénicos, pero sus ideas fueron rechazadas.

Humphry Osmond, psiquiatra británico, probó su primera dosis de LSD en 1943, animado por los estudios de Hoffman, interesado en los ensayos clínicos con sustancias alteradoras de la conciencia.

Emigró a Canadá en 1951 para poder investigar libremente y practicó con esquizofrénicos mientras trabajaba en el Hospital Mental de Weyburn; proponiendo abastecer de mescalina y LSD a médicos y enfermeras para que comprendieran mejor a los pacientes aquejados de severos trastornos de la personalidad y la percepción.

En Weyburn comenzó con compuestos vitamínicos y después con sustancias psicodélicas, descubriendo la estrecha relación entre las moléculas de mescalina y adrenalina y cómo ésta funcionaba como la droga endógena natural.

Osmond utilizó el término psicodelia por primera vez en una reunión de la Academia de Ciencias en New Cork en 1957, afirmando que la palabra significaba “lo que manifiesta la mente” y lo definió como “claro, eufónico, e incontaminado por otras asociaciones”.

Logró la recuperación de un importante porcentaje de alcohólicos mediante la generación de episodios de delirium tremens, inducidos por la dietilamida del ácido lisérgico pero se dieron cuenta que la administración de esta droga provocaba en los alcohólicos el deseo de experimentar sus efectos.

Aunque favorecía la relación con el terapeuta, porque disolvía las barreras de acceso al inconsciente, tenía un costado peligroso.

Comprobaron posteriormente que el uso del LSD provocaba daño fisiológico, podía precipitar una psicosis transitoria y hasta se reportaron suicidios.

El gobierno canadiense estableció estrictos controles y la empresa Sandoz temió por su reputación y dejó de fabricarla.

En 1960, durante la guerra de Vietnam, el LSD produjo estragos y movimientos antipatrióticos y en 1963 se comenzó a consumir en las universidades, pasando de la investigación a la exploración psicodélica que se convirtió en un movimiento cultural.

El uso irresponsable de LSD provocó en 1966 su prohibición en Estados Unidos y la posesión de la droga fue considerada delito grave. Se difundió la preocupación del gobierno por la multiplicación de casos de “malos viajes”, miedos, pánico y hasta de psicosis temporal.

En 1967 se prohibió en Canadá.

La propiedad alucinógena de algunos hongos es ampliamente conocida en todo el mundo, y su uso lo practican usualmente desde hace mucho tiempo, las tribus indígenas durante sus rituales religiosos, con significado sagrado.

Mediante su consumo algunos chamanes logran el estado de trance y estados de conciencia alucinatorios.