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La Materia Oscura

Publicado por Malena

La Materia Oscura

«Mientras dormimos durante las noches de esta vida, la luz del conocimiento se mantiene encendida.»

¿Puede nuestra mente alcanzar el conocimiento durante un sueño mientras dormimos?

Los científicos creen que la materia oscura forma el 96% de toda la materia del Universo. Esto significa que por ahora sólo el 4% de toda la materia es observable, el resto es una materia de composición desconocida.

La evidencia de su existencia se debe a que se ha descubierto que las estrellas y el material interestelar de las galaxias no se mueven alrededor de su centro como se esperaba según la masa de sus componentes, luego debe existir algún otro tipo de masa diferente a la materia que conocemos, que justifique estos movimientos.

¿Qué podría revelarnos la materia oscura, además de sus efectos gravitatorios, sobre lo poco que conocemos sobre nuestra realidad existencial?

Cuento para Pensar

El Lado Oscuro de la Materia

Nabud Haim trabajaba en el Observatorio Astronómico Jantar Mantar, en Jaipur, India, desde hacía varios años. Se había dedicado mucho tiempo al estudio del movimiento de los astros y actualmente se ocupaba de investigar sobre la composición de la materia oscura, que supuestamente constituye la mayor parte de nuestro universo.

Algunos científicos arriesgaron la hipótesis de que se trataba de neutrinos, pero esto era imposible ya que éstos no son fríos y los conocimientos científicos hasta ahora sostienen que siendo calientes no pueden ser sus elementos constitutivos.

Esa noche Nabud apenas pudo dormir pensando en este enigma y recién a la madrugada, agobiado por el cansancio pudo quedarse dormido.

En ese pequeño lapso de tiempo antes de que sonara su despertador tuvo un sueño extraordinario que le reveló el misterio del universo.

Se encontraba admirando extasiado la maravillosa majestuosidad del cosmos cuando imprevistamente la luz de un flash lo sorprendió.

Abandonó su puesto de trabajo para dirigirse hacia el que se había tomado la libertad de ingresar a ese recinto con su cámara y se encontró con una hermosa mujer, que resultó ser una periodista que necesitaba una entrevista para un diario importante de la India.

La belleza de la joven lo intimidó y entonces sólo le dijo que se sentara, mostrándose dispuesto a contestarle cualquier pregunta.

Después de finalizada la nota la joven se retiró y Nabud continuó con su trabajo, advirtiendo que la joven había dejado la fotografía Polaroid sobre su escritorio.

Imprevistamente su mente recreó el mecanismo de la cámara fotográfica tomando una foto. Una cámara tradicional necesita un rollo el cual posee una sustancia química sensible a la luz que se encuentra detrás del objetivo. Al apretar el botón, éste se abre durante una fracción de segundos y un rayo de luz proyecta en la película la imagen que se encuentra frente a la cámara.

Una fotografía representa un instante de la realidad capturado en un espacio tiempo y la copia positiva es la revelación de un negativo que puede reproducir copias siempre.

La televisión registra imágenes, movimientos y sonidos, o sea porciones de fenómenos que captan las cámaras capturadas de una realidad mucho más compleja. La realidad no está en el aparato de televisión sino ante las cámaras.

Extrapolando estos conceptos al campo del cosmos Nabud pensó que tal como lo expuso Platón en su alegoría de la caverna, nuestra realidad es sólo una proyección de las sombras que proyecta la luz en el aqui y ahora de lo que es verdaderamente real.

Los negativos de las fotografías, que es el campo de las posibilidades, estarán disponibles siempre y podrán reproducir nuevas copias si fuera necesario, pero las fotos positivas perderán su brillo, se arrugarán y finalmente se borrarán con el paso del tiempo.

Descubrió en su sueño que la materia que conocemos podría ser la revelación de otra materia diferente, la materia oscura, eterna y perfecta que contiene todas las posibilidades, y que impulsado por un propósito creativo inteligente se proyecta a través de la luz respetando las leyes físicas, en un tiempo y espacio que tiene las condiciones necesarias para captarlo.

Ese poder organizador permanece eternamente proyectando sus imágenes selectivamente, motivado por el deseo de sus actores, como una cámara de televisión que traduce y materializa en una pantalla la realidad mucho más amplia y eterna que se encuentra del otro lado.

Al despertar, su sueño no le pareció tan descabellado porque todavía le parece un milagro la posibilidad de capturar una imagen con una cámara fotográfica o poder filmar una película, y más aún el hecho de grabar un programa de televisión.