La telepatía
Rupert Sheldrake, conocido biólogo inglés, doctor en bioquímica, investigador de las facultades inexplicadas de los animales, pudo comprobar, estudiando más de tres mil casos y con la colaboración de instituciones científicas serias, que los animales tienen capacidades que los seres humanos hemos perdido.
A la luz de la física cuántica, que está abriendo el camino hacia una visión más amplia de la naturaleza, desarrolló la hipótesis de la existencia en la naturaleza de los campos mórficos.
Al igual que los campos conocidos de la física, los campos mórficos conectan personas y animales a distancia, y a diferencia de los primeros, estos últimos evolucionan de generación en generación y tienen memoria.
El proceso por el cual esta memoria se transfiere del pasado al presente, lo denomina resonancia mórfica e implica una influencia de lo semejante sobre lo semejante a través del espacio y el tiempo.
Los campos mórficos vinculan los miembros de un grupo social entre si y el campo abarca en su seno a todos. Si un miembro del grupo se desplaza a un lugar lejano, sigue conectado con el resto, gracias al campo social que es elástico.
Las misteriosas capacidades perceptivas de los animales no son ninguna novedad. Hace siglos que se vienen observando y millones de dueños de animales domésticos lo siguen experimentando personalmente.
Shaldrake analiza tres tipos de percepción extrasensorial en animales, la telepatía, el sentido de orientación y las precogniciones.
Para investigar sobre la telepatía empieza con la capacidad de algunos perros, gatos y otros animales para saber cuándo sus amos están camino a casa. Las anticipaciones que los animales realizan del regreso de las personas, resultan inexplicables en términos de hábito, señales de la gente de la casa, audición de la aproximación de coches cuyo ruido les es familiar ú olfato; observando que de alguna manera , las personas comunican telepáticamente su intención de volver a casa.
En cuanto al sentido de orientación, las palomas mensajeras pueden encontrar el camino de regreso a su palomar a través de centenares de kilómetros de terreno desconocido. Las golondrinas migratorias europeas viajan de un continente a otra cada estación y muchos animales domésticos abandonados por sus dueños logran encontrar su casa desde lugares que desconocen a mucha distancia de ellos.
Y sobre la precognición, o premonición, que parece implicar misteriosos presentimientos que desafían nuestros supuestos acerca de la separación entre pasado, presente y futuro, contradice nuestras ideas usuales acerca de que la causa precede al efecto.
Los perros y otros animales domésticos pueden prestarnos una valiosa ayuda al advertirnos de un peligro de distintas maneras. Siempre ha habido historias de perros que anticipan accesos epilépticos de sus amos y la mayoría lo hace espontáneamente sin entrenamiento especial.
Hay algunos perros que parecen saber cuándo sus amos han tenido un accidente o se están muriendo, incluso a centenares de kilómetros de distancia. Lo mismo ocurre, tanto con perros como con gatos, con su comportamiento inusual previo a muertes súbitas.
Las reacciones de los animales previas a sismos importantes son ampliamente conocidas y ocurren con varios días de antelación.
Le guste a los científicos o no, los presagios precognitivos parecen reales, ya que todavía no se pueden explicar como fenómenos eléctricos, percepción de olores, sonidos, vibraciones etc.
Gran parte de lo que hoy se presenta como paranormal parece normal cuando se amplían nuestras ideas de normalidad y la ciencia sólo puede progresar si trasciende sus límites actuales.