Las mujeres en los inicios del Psicoanálisis.
Anteriormente indagamos en la historia de Sabina Spielrein, mujer cuyos aportes en Psicoanálisis fueron significativos pero cuyo nombre no había trascendido más allá de los rumores de su vida amorosa.
Como ella, muchas mujeres participaron en el desarrollo de ideas psicoanaliticas desde los primeros momentos. Sin embargo, las más conocidas, como Melanie Klein o Anna Freud, no fueron quienes estaban en el comienzo, y se dedicaron al estudio de la Psicología infantil, que era considerada un área de la mujer en ese momento.
Las que aquí mencionamos son mujeres pioneras cuyos nombres no trascendieron demasiado y que, en una época donde el rol de la mujer estaba acotado estrictamente al hogar, estudiaron y se formaron, generaron proyectos y fundaron instituciones; se atrevieron a indagar sobre la sexualidad de la mujer.
La mayoría de sus logros fueron invisibilizados, relegados o «fusionados» a conceptos publicados por hombres, cuyos nombres estudiamos ampliamente en la Universidad hoy en día.
Por esto mismo se considera necesario, mediante este artículo, conocer quienes fueron algunas de esas mujeres que debatieron, escribieron y pensaron acerca de la psiquis humana en aquellos tiempos.
Si indagamos en la Historia del Psicoanálisis hay gran cantidad de mujeres que, desde el inicio, estuvieron presentes, trabajaron y formaron parte del medio psicoanalítico más prestigioso.
Aquí, sólo algunas de ellas.
Lou Andreas Salomé (1861-1937) Nació en San Petersburgo, Rusia. Ya desde los 17 años tuvo interés en estudiar, cuestión no común para las mujeres de la época. Convenció a su madre de inscribirse en la Universidad en Zurich, única de habla germánica que aceptaba mujeres en Europa.
Fue una mujer sumamente inteligente y que se movía ágilmente en todos los medios sociales. Colaboró con ideas de Niesztche, Paul Ree, de quien fue su pareja, y fue psicoanalista, discípula y colaboradora de Sigmund Freud. Escribió y público gran cantidad de artículos, especialmente orientados al estudio de la sexualidad y el narcisismo.
Lou Andreas-Salomé
Marie Bonaparte (1882-1962): » La princesa psicoanalista». Era efectivamente princesa de Grecia y Dinamarca, sobrina-bisnieta de Napoleón.
Dificultades en su vida sexual la llevaron a una consulta con Freud. A partir de allí se vinculó al Psicoanálisis, ayudando a financiar el incipiente movimiento y siendo responsable de su expansión en Francia.
Se interesó ampliamente en investigar acerca de la sexualidad femenina, publicando los resultados de sus descubrimientos, bajo un seudónimo, en una revista médica.
Miembro fundadora de la Sociedad Psicoanalítica de París, fue un personaje central en la continuidad y expansión de la teoria freudiana, ayudando a escapar al mismo Freud del nazismo, y resguardando las cartas de Freud a Fliess para evitar que se destruyeran.
Ejerció como psicoanalista hasta su muerte.
Helene Deuscht (1884-1982) fue una psicoanalista austríaca, luego nacionalizada estadounidense que se abocó al estudio de la psicología de la mujer, la sexualidad femenina y la maternidad.
Partió de conceptos freudianos y profundizó sobre las diferencias anatómicas entre los sexos y los efectos en la psiquis y la sexualidad de la mujer. Su obra Psicología de las mujeres, sirvió de referencia para el trabajo de Simone de Beauvoir.
Si bien se la denominaba «feminista» en su época, se la ha considerado una mujer emancipada pero no sumada al movimiento feminista.
Jeanne Lampl- De Groot (1895-1987)
Fue una psiquiatra holandesa, que estudió con Freud y se dedicó a la investigación sobre la sexualidad femenina. Trabajó un tiempo en el Instituto psicoanalítico en Viena, y luego fundó uno en Holanda, donde formó analistas durante varios años.
Su estudio se orientó a la investigación sobre la sexualidad femenina, y luego se orientó al vínculo entre el Psicoanálisis y otras disciplinas.