Los Instintos
Los animales matan para sobrevivir, los hombres para imponer sus ideas.
En el Instituto de Tecnología de Massachussets, USA, estudios recientes han revelado que el ser humano es más instintivo que racional.
Tenemos pruebas suficientes los ciudadanos de las grandes ciudades observando a diario la conducta agresiva que tienen habitualmente las personas.
Nos agrada diferenciarnos de otras especies “inferiores” por nuestra capacidad de razonar, pero no somos muy distintos como pretendemos.
Durante esta investigación realizada con medios electrónicos, se monitoreó las actividades diarias de estudiantes, investigadores y ejecutivos que visitaban ese centro y halló que el 90% de las actividades que hacía la mayoría son tan rutinarias que podrían preverse en forma matemática.
Es difícil aceptar que la mayor parte de la vida cotidiana de una persona está determinada, no por sus intenciones conscientes y sus elecciones, sino por su entorno, es decir que casi todo nuestro tiempo tendemos a reaccionar en forma instintiva ante lo que nos rodea.
Los científicos afirman que toda la conducta animal proviene de los instintos, en forma mecánica y automática, mientras que los psicólogos consideran a las personas individuos que actúan sobre la base de pensamientos conscientes.
Sin embargo, algunos psicólogos sociales están convencidos que pueden explicar y aún predecir mucho de lo que la gente hace, al margen de sus palabras o pensamientos conscientes.
Utilizando sensores electrónicos muy sofisticados, micrófonos y monitoreando los movimientos de las personas, los investigadores lograron analizar algunos patrones significativos.
Aparentemente el 80% de las personas estudiadas, actuaban respondiendo a señales sociales, en lugar de partir de intereses comunes.
Esas señales eran movimientos corporales y una pronunciada modulación, tanto en el volumen como en el tono del habla.
Las personas monitoreadas ignoraban palabras y pensamientos y sólo se centraban en las señales sociales.
Estos investigadores se sentían capaces de predecir con un 87% de exactitud si la llamada de un operador telefónico terminaría en una venta, sólo con escuchar su voz grabada durante unos pocos segundos.
Los datos sugieren que gran parte de la conducta humana es automática y determinada por los instintos, mientras nosotros estamos convencidos que actuamos conscientemente.
Las conclusiones de estos investigadores han sido cuestionadas por quienes consideran que el hombre es capaz de un pensamiento consciente para actuar y que nuestras facultades mentales superan las de otros animales.
Este argumento sostiene que ningún mono podría ser capaz de un razonamiento complejo y abstracto como el que llevó a Einstein a desarrollar la teoría de la relatividad, ni tampoco podría realizar los cálculos cotidianos que hacemos todos nosotros para manejarnos en nuestra vida diaria.
Pienso que el hombre se encuentra en una etapa de transición y no se puede considerar ni totalmente un animal ni tampoco totalmente humano, porque se encuentra lejos aún de ser totalmente consciente como hombre y demasiado cerca aún de sus instintos animales.
Por esta razón la historia del hombre nos revela una continua sucesión de éxitos que terminan en rotundos fracasos, porque cuando una cultura llega a la cúspide de su desarrollo y progreso sobreviene su decadencia, debido a la corrupción, la ambición y las bajas pasiones.
La violencia y las guerras no han terminado, al contrario, habiéndose reducido las luchas por los territorios se renuevan las contiendas por las creencias, convirtiéndose las controversias en guerras étnicas.
El hombre de transición sigue siendo el principal depredador.