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Mujer Pionera.

Publicado por Lic. Maria V.

Mujeres que iniciaron y lucharon en épocas impensadas. Mujeres que abrieron caminos y  permitieron que hoy estemos hablando, debatiendo y participando.

El movimiento feminista nos confronta a repensar el rol de la mujer: sus libertades y restricciones, las injusticias que atraviesa, sus derechos, sus espacios y sus conquistas. Nos permite observar con visión crítica como fue posicionándose a lo largo de la Historia, cómo fue esa lucha y cuales son los modos en que se está desplegando actualmente.

El pensamiento feminista atraviesa fronteras, permite visibilizar cuestiones que pretenden quedar naturalizadas: femicidios, abusos, opresión y discriminación. Permitiéndonos reflexionar a nivel mundial sobre en qué condiciones y bajo qué dictámenes las mujeres de todo el mundo están viviendo hoy.

Estas luchas que se despliegan actualmente, comenzaron algún día de la mano de mujeres valientes y pioneras, que se atrevieron a romper con los roles establecidos en un momento de absoluto rechazo e invisibilización.

Desde la inauguración de la Universidad de Buenos Aires, hasta la primera mujer graduada, pasaron más de 60 años.

Cecilia Grierson fue la primera mujer en recibirse. Hija de inmigrantes (madre irlandesa y padre descendiente de escoceses), encontró su vocación de médica debido a la enfermedad y fallecimiento de su amiga Amelia Kenig.

Transitó sus estudios no sin repudio y descalificaciones de profesores y compañeros. Por ser mujer, le negaron el cargo de docente en la Universidad y se le impidió hacer cirugía, por más que estaba calificada para hacerlo.

Sin embargo, Cecilia siguió con iniciativas para reivindicar el rol de la mujer. Participó en el Congreso Internacional de Mujeres, en Londres, y trajo ideas para impulsar el Consejo Nacional de Mujeres en 1900.

Diez años más tarde fue Presidenta del Primer Congreso Feminista Internacional de la República Argentina.

Realizó un estudio del Código Civil que reflejaba que en la época la mujer casada tenía el mismo estatus social que un niño. Esto posibilitó un cambio en la ley, en 1926, otorgando a la mujer la posibilidad de tener sus propias ganancias y formar parte de sociedades civiles o mercantiles. 

Al mismo tiempo, creó escuelas técnicas y de oficios que permitían a las mujeres tener una salida laboral y un ingreso económico. Escribió libros, ejerció la docencia y se especializó en diversas áreas de la Medicina.

Más allá de todo lo que trabajó e impulsó, sufrió la pobreza en sus últimos años, recibiendo una jubilación mínima que no reconocía la totalidad de sus años invertidos.

Gracias a mujeres pioneras como Cecilia Grierson, de las que hay muchísimas en la Historia Argentina, hoy la mujer ha logrado importantes avances.

Todavía queda mucho camino por recorrer, pero el rol de la mujer se deconstruye y se afianza gracias a los movimientos colectivos y las iniciativas de mujeres que se atrevieron y aún se atreven a romper la estructura de lo establecido.

Reivindicar su lucha, traerlas a la memoria, llena aún más de sentido la lucha actual, y nos permite cuestionarnos, a su vez, cuál es el lugar y el modo mediante el cual llevarla a cabo. Deconstruir los modos actuales de lucha es también parte del proceso.

Hay un recorrido inconciente que nos conecta con esas mujeres que pertenecieron a otras épocas y que labraron el camino que hoy nos toca seguir.

Atravesar lo instituido y crear nuevos sentidos, es producto de un trabajo conjunto de la mujer a lo largo de las generaciones. Implica tomar lo hecho, honrarlo, desplegarlo, actualizarlo, y renovar su fuerza.