¿Para qué sirve el Test de Relaciones Objetales (TRO) de Phillipson?
El TRO es un Test proyectivo de personalidad que se utiliza para indagar en las mas primitivas fantasías, las ansiedades básicas; las defensas regresivas y evolucionadas del paciente.
Está basado en la Teoría de las relaciones objetales de Melanie Klein y Fairbairn, y consta de estímulos poco estructurados, imágenes difusas, oscuras, algunas con incorporación de color, preparadas para recibir una amplia proyección por parte del sujeto. Se lo describe por este motivo como uno de los tests con mayor Saturación Proyectiva.
Estas características lo hacen una técnica ideal para complementar con el Rorschach, entre otras técnicas proyectivas.
La utilización de esta herramienta implica, para el psicólogo clínico, la posibilidad de aislar las principales variables dinámicas en los conflictos psicológicos.
Ha sido construido según el modelo operativo del TAT (Test de Apercepción Temática de Murray), pero con un grado mayor de neutralidad en los estímulos que lo acerca al Rorschach.
Phillipson ha logrado con esto una herramienta sumamente funcional y completa para el análisis clínico.
El Test consta de tres series de cuatro láminas con figuras, y una blanca que se administra al final.
Las láminas representan situaciones de relaciones objetales básicas, que muestran a una persona sola, a dos, o a situaciones de grupo.
Las figuras son ambiguas e imprecisas y no permiten distinguir claramente sexo o edad entre otros atributos, de modo que es el sujeto el que deberá asignar dichas características.
La consigna implica que el sujeto relate lo que considera que representa cada imagen, pudiendo crear una historia en su mente y luego comunicarla, manifestando qué cree que está ocurriendo, qué ocurrió antes y qué ocurrirá después en cada una de las imágenes.
Este test permite acceder al contenido inconsciente del sujeto respecto de su relación con los objetos. Las defensas del sujeto se proyectan sobre el estímulo, dándonos información sobre cuales son sus características.
Esta herramienta ofrece ventajas para aquellas investigaciones orientadas a las relaciones interpersonales y es un instrumento que brinda importantes aportes a la psicología de la personalidad. Además, es una de las técnicas con mayor flexibilidad y adaptabilidad de encuadre.
Suele administrarse frecuentemente en el área laboral pero muestra ser una técnica que se enriquece con el vínculo con el administrador, de modo que las características que toma en un contexto analítico son distintas y permiten alcanzar mayor profundidad.
Las preguntas que se hipotetizan desde el rol profesional en base a esta técnica implican, para Phillipson, poder pensar:
¿ Como puebla el paciente su mundo?,
¿Por qué percibe las situaciones sociales de la manera en que lo hace?
Y, ¿Qué tipo de conductas en situaciones sociales resultará del modo en que él las ve?
En base a estos interrogantes se puede recabar información sobre cómo ese sujeto caracteriza y valora las interacciones sociales, pudiendo acercarnos a las fantasías y relaciones objetales más primitivas que lo sustentan.