Psicología Laboral-Flexibilidad horaria
El surgimiento de las computadoras ha modificado significativamente la dinámica de las relaciones laborales entre los directivos de las empresas y sus empleados.
En Estados Unidos cada día más empresas están adoptando una modalidad laboral sin la exigencia del cumplimiento de horarios.
Hasta hace poco tiempo la mayoría de las empresas se manejaban de acuerdo a la forma tradicional que otorga alto valor a la puntualidad, a la jornada estricta de ocho horas y al control de la asistencia.
Las cosas no suelen cambiar demasiado cuando la evolución de los negocios crece y las ganancias se incrementan pero junto a la expansión también los ejecutivos notaron algunas circunstancias preocupantes.
Muchos gerentes estaban agobiados con síntomas de agotamiento, los empleados más capaces mostraban signos de stress que disminuía su rendimiento y la rotación de personal aumentaba día a día, o sea que la mayoría renunciaba o era despedida en el término de un año.
Fue así que algunas empresas comenzaron a modificar su antiguo paradigma centrado en la asistencia y la puntualidad por una forma más flexible de trabajar, centrada en los resultados. Es decir, evaluando el rendimiento laboral en lugar del cumplimiento del horario.
Hoy en día existen muchas empresas que han elegido esta forma de relación con sus colaboradores en casi un cincuenta por ciento de los puestos de trabajo de oficina.
En consecuencia, se trasladaba la responsabilidad de la administración del tiempo a los empleados, quienes serían evaluados según su rendimiento.
La resistencia frente a los cambios no se hizo esperar, tanto por los funcionarios con personal a cargo como por los mismos subalternos. Los administradores temían la pérdida del control y los empleados la perspectiva de que esta práctica prolongara su jornada de trabajo en lugar de disminuirla.
Sin embargo, al poco tiempo la mayoría comenzó a percibir los beneficios de la flexibilidad horaria. Disminuía el stress que provocaba la exigencia de la puntualidad, podían evitar las horas pico de tránsito para trasladarse a sus oficinas, realizar trámites sin pedir permisos especiales y no dilatar la asistencia al consultorio de los médicos por cuestiones de horarios.
La posibilidad de una liberalización laboral, lejos de ser aprovechada para perjuicio de la empresa significó una mejoría notable del rendimiento y un mayor compromiso individual con respecto al cumplimiento de las obligaciones, mostrando un aumento de la productividad en todos los niveles.
El hecho de permanecer calentando el asiento en una oficina o pasearse por los pasillos con un papel en las manos, no aumenta el rendimiento de los empleados sino que los estimula a aumentar la burocracia. La posibilidad de participar con libertad en el desarrollo de la empresa y la responsabilidad que genera la confianza de los jefes en los subordinados son los factores que se traducen en un mayor rendimiento.
Esto ha sido posible principalmente gracias al avance de la tecnología, el desarrollo de las computadoras portátiles y los teléfonos celulares que permiten el traslado de la oficina a cualquier parte.
Se elimina de esta manera la dicotomía: lugar de trabajo y hogar, permitiendo a la vez a los trabajadores un mayor acercamiento a la vida familiar, humanizando el cumplimiento de cualquier ocupación laboral.