Salud y enfermedad
La Organización Mundial de la Salud considera que la salud es el estado de completo bienestar físico, mental y social.
Mucho se ha hablado y se hablará sobre la influencia de cada uno de estos factores sobre el otro y principalmente sobre cuál de ellos condiciona en primera instancia a los demás.
Coincido con el criterio de que en los fenómenos vitales estos tres niveles se modifican en forma simultánea, no teniendo por qué necesariamente existir una secuencia temporal entre cada uno de ellos.
En lugar de tratarse de eventos somato psíquicos o psicosomáticos o condicionamientos sociales perturbadores de los otros sistemas, son sucesos que se gestan y ocurren simultáneamente en una persona que tiene una forma única y distinta de ver la realidad; y ese preciso enfoque es el director de orquesta que cambia la melodiosa armonía de una persona saludable a la falta de armonía de un enfermo.
Cada una de las células de un cuerpo físico tiene la inteligencia necesaria para desarrollar sus múltiples funciones a la perfección en forma involuntaria y tanto la mente como el medio pueden participar, tanto favoreciéndolas como perturbándolas, aunque no a todas las personas de la misma manera.
Genéticamente disponemos de un código capaz de condicionar la predisposición a contraer ciertas enfermedades y otras no, y no necesariamente en todos los casos la presencia de esos genes llega a desencadenarlas. El código genético no es condición suficiente para producir enfermedades sino que necesita de otros factores que colaboren para liberar su mecanismo.
Un cambio en la percepción de la realidad produce modificaciones físicas y psicológicas simultáneas que ayudan a mantener la salud y por que no, a recuperarla cuando se la ha perdido.
En este mundo todos tenemos que vivir las mismas experiencias. El modo de asimilar esa experiencia se vive tanto con el cuerpo como con la mente.
Si determinada circunstancia nos produce un estado psicológico de tristeza, hasta la última célula de nuestro cuerpo registra esa tristeza produciendo también una respuesta física al mismo tiempo. Todo pensamiento es una molécula.
Solamente la vastedad de los conocimientos y la complejidad de los fenómenos humanos exige la división epistemológica de la unidad cuerpo mente y ambiente para su mejor comprensión.
La salud mental o el bienestar psicológico se manifiesta cuando una persona puede ser feliz y sentirse contenta, puede adaptarse en forma creativa, vivir libre de dependencias y evolucionar hacia un estado de conciencia más amplio que le permita tomar decisiones libres para crecer y desarrollar su potencial único.
Se puede aprender a tomar decisiones, porque un error provoca una catarata de acontecimientos que nos compromete a todos.