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Teorías del Aprendizaje

Publicado por Malena

Teorías del AprendizajeEl Conductismo

A principios del siglo XX los psicólogos norteamericanos decidieron oponerse a la psicología tradicional alemana que estudiaba cómo piensan o sienten los seres humanos, y construyeron un nuevo modo de abordaje psicológico llamado Conductismo, centrado en la conducta, como el único objeto de estudio posible de observar y medir en un laboratorio. John B. Watson fue el representante más notorio de este movimiento.

Watson afirmaba que la conducta era una cuestión de reflejos condicionados, es decir, de respuestas aprendidas. Considerando que los tres únicos instintos innatos eran: el miedo, la ira y el amor.

Con respecto al aprendizaje, según Watson, nacemos con ciertas conexiones estímulo respuesta llamadas reflejos y podemos crear una multiplicidad de nuevas conexiones mediante el proceso de condicionamiento.

El condicionamiento es parte del proceso de aprendizaje, porque no sólo tenemos que aprender a responder a nuevas situaciones sino que debemos aprender también nuevas respuestas. Se adquiere una conducta nueva y compleja mediante la combinación serial de reflejos simples.

Esta forma de aprendizaje se basa en dos principios: el principio de frecuencia y de recencia.

El principio de frecuencia establece que cuanto más frecuente sea una respuesta frente a un estímulo tanto más probable es que se dicha respuesta se repita frente al mismo estímulo; y el principio de recencia dice que cuanto más reciente es una respuesta ante un estímulo, más probable es que la respuesta se reitere.

Con relación a la ruptura de hábitos Guthrie elabora tres métodos para deshacerse de ellos. Los tres métodos consisten en encontrar qué estímulos evocan la respuesta indeseable y hallar después un medio de hacer que ocurra otra respuesta en presencia de aquellos estímulos.

Un ejemplo es el de una niña que siempre que llegaba a su casa arrojaba al suelo sus pertenencias. La madre se dio cuenta que el estímulo para que la niña colgara su ropa no era la reprimenda; y cuando volvió a ocurrir insistió en que se la pusiera de nuevo, saliera de la casa, volviera a entrar y la colgara en el perchero. Después de algunos ensayos con este procedimiento la niña aprendió a colgar su ropa. El hábito de tirar la ropa al suelo fue reemplazado por el hábito de colgarla.

Edgard L. Thorndike y B.F. Skinner, pusieron énfasis en el valor del refuerzo. La ley primaria del aprendizaje de Thorndike era la ley del efecto. Esta ley va más adelante que los teóricos anteriores, porque establece que el aprendizaje no dependía solamente del hecho de que el estímulo y la respuesta se presentaran juntos sino de los efectos que seguían a la respuesta.

Observó que si la conducta no tenía un refuerzo se debilitaba, es decir que la recompensa favorece las conexiones y el castigo no las debilita sino que las modifica.

Miller introduce la motivación en este esquema. El impulso interno es la base de la motivación. Cualquier respuesta que sirva para reducir el impulso se refuerza y por lo tanto es aprendida. La reducción del impulso es por lo tanto la operación básica en el aprendizaje, porque significa una recompensa.

La tendencia a imitar también se aprende, si la respuesta es igual a la de otro y le sirve para reducir el impulso, por lo tanto la conducta imitativa es recompensada y se aprende.

Miller y Dollard afirman que la persona neurótica tiene tres características: es desdichada, se comporta como una persona necia en ciertos aspectos de su vida y tiene síntomas. El elemento fundamental es el impulso aprendido de miedo.

La neurosis se aprende y también se puede desaprender. Cualquier conducta independiente aumentará el impulso de miedo en tanto que la conducta de sumisión lo reducirá. La extinción del miedo es el elemento necesario para la cura.

Lewin estudiaba la motivación, la personalidad y la psicología social e introdujo el concepto de espacio vital, que se puede definir como la totalidad de los hechos que determinan la conducta de un cierto individuo en un momento dado.

Las teorías nos sugieren dónde buscar soluciones para los problemas prácticos. No nos dan soluciones pero nos guían hacia los indicadores necesarios para encontrarlas y nos ayudan para enriquecer nuestra comprensión sobre los mecanismos del aprendizaje.

Pueden ser cuestionables pero todas tienen alguna utilidad y representan un paso más en la búsqueda de la verdad.