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Psicología del Aprendizaje

Publicado por Malena

Psicología del Aprendizaje

Adquirir conocimientos es como incorporar alimentos, un proceso de transformación y adecuación para poder integrarlos.

Las teorías del aprendizaje aportan una gran utilidad en la mayoría de los ámbitos de la realidad cotidiana.

Aprendemos constantemente con cada una de nuestras experiencias y esto hace que la ciencia trate de estudiar qué es lo que influye para favorecer el aprendizaje.

Sabemos que la motivación es uno de los factores más importantes a la hora de aprender y que se aprende más con la experiencia que con otros métodos, por eso es muy importante conocer los mecanismos que nos llevan a desear aprender para poder participar en ese proceso y ayudar a facilitar la enseñanza.

En la escuela, antes que transmitir información, el maestro debe convertirse en el motor motivador, generando el vínculo afectivo adecuado que predisponga a sus alumnos a incorporar lo que él enseñe.

Los primeros aprendizajes de un niño están asociados con el afecto. Si no lo recibe, tampoco aprenderá, aunque sea alimentado normalmente.

Existen experiencias al respecto con niños criados en instituciones sin el contacto con la madre y sin una sustituta que le brinde contacto físico. Esos niños caen en un estado de depresión y rechazan el alimento y si no llegara a cambiar esta situación pueden llegar a morir de inanición por una depresión irreversible.

Aprender es como comer. No podemos asimilar ningún alimento sin transformarlo previamente por medio de la masticación y la posterior digestión. Es un doble mecanismo de transformación del alimento y adecuación del organismo para asimilarlo.

Lo mismo pasa con el aprendizaje. Necesitamos transformar los conocimientos y también adecuarnos a ellos para poder incorporarlos.

La transformación del conocimiento es la interpretación según los propios códigos, y la adecuación es la disposición que se requiere para aceptarlo, en el momento justo.

Los conocimientos deben ser entendidos por comprensión, para tener la oportunidad de formar conceptos propios.

El aprendizaje supone un cambio de estructura mental que adopta una nueva configuración, que es la que permite acceder al siguiente nivel de conocimiento.

Durante este proceso no sólo aprendemos contenidos sino también actitudes, formas de relacionarnos y la experiencia necesaria como para formular juicios.

Las metas y los objetivos favorecen el aprendizaje así como también la conciencia de las propias tendencias y limitaciones para ayudar a concretarlos.

Los niños pueden aprender una conducta con una sola experiencia, asociándola con su resultado. Por eso hoy los padres tienen que cuidar su propio comportamiento cuando tienen niños pequeños.

Salvando las distancias lo mismo ocurre con las mascotas, ya que un perro, por ejemplo, aunque no tenga lenguaje hablado, llega a alcanzar la edad mental de un niño de dos años.

Se sabe que si le damos de comer a un niño cuando llora, aprenderá a conseguir alimento por medio del llanto. Es decir que adquiere un condicionamiento y aprende una conducta que le permite obtener un resultado.

Lo mismo ocurre a la hora de dormir. Si la primera vez lo acunamos, nos veremos obligados a hacer lo mismo todas las noches, o sea que aprende que si llora lo acunan.

Pero no es lo más conveniente cantarles ni pasearlos, aunque los padres se sientan tentados a hacerlo, sino acostarlo sin más vueltas y retirarse apagando la luz al salir.

Si la protesta es muy agitada se puede volver a entrar para consolarlo con suaves palmaditas, volviendo a salir enseguida tratando de ignorar los chillidos.

Se puede entrar dos o tres veces y hacer lo mismo pero jamás se deberá levantarlo ni pasearlo.

Los aprendizajes tempranos son muy importantes porque permiten a los pequeños integrar su rol y el de sus padres, que son los que deberán tener el control en el hogar siempre.

Lo más decisivo es la firmeza y la seguridad que le demuestren que están haciendo lo correcto, porque toda indecisión o duda es registrada de inmediato por los niños y luego utilizada para manipularlos.

Es difícil ser estricto con niños pequeños pero de ello depende su futuro.