La Adolescencia, según G. Stanley Hall
Preocupa a la ciencia la adolescencia
G. Stanley Hall (1844-1924) fue uno de los primeros psicólogos que utilizó métodos científicos para su investigación.
Inspirado en la teoría evolucionista de Darwin elaboró la teoría psicológica de la recapitulación, que sostiene como principio que la historia de todos los hechos de la humanidad se ha integrado al sistema genético de cada hombre.
Por lo tanto, la ley de recapitulación dice que el desarrollo de cada organismo humano se realiza en etapas similares a los períodos históricos, es decir que un ser humano comienza su vida a partir de un comportamiento primitivo y salvaje y va transformándose hasta llegar a una forma de vida más civilizada en su madurez.
Se puede inferir desde esta teoría, que el desarrollo del hombre comprende patrones de comportamientos que no se pueden evitar, que no cambian, que son universales y que no dependen de la sociedad ni de la cultura.
Este punto de vista fue muy cuestionado tanto por los antropólogos culturales como por los sociólogos, por ser una postura de carácter extrema que no podía sostenerse.
La idea de Hall propiciaba la práctica de la tolerancia de las conductas inaceptables por parte de padres y educadores ya que las consideraba como etapas necesarias del desarrollo, asegurando a la vez que dichos comportamientos intolerables desaparecían espontáneamente en la etapa siguiente.
Las etapas evolutivas que propone Hall son: infancia, niñez, juventud y adolescencia.
Desde el nacimiento hasta los cuatro años corresponde la etapa de la infancia, representando la etapa animal de los humanos, cuando la especie utilizaba cuatro patas para movilizarse, predominando en ese período el desarrollo sensorio motor.
Entre los cuatro y los ocho años, es el momento de la niñez, que corresponde a la época de los cazadores y recolectores, etapa en que el niño se comporta en forma similar al modo de vida del hombre de las cavernas.
Desde los ocho a los doce años, durante la juventud, o preadolescencia, el joven reitera la vida rutinaria del salvajismo. Este es el período en que un individuo está predispuesto a adaptarse, a la ejercitación, el adiestramiento y la disciplina. Es el momento óptimo para el aprendizaje de todo tipo.
La adolescencia es la etapa comprendida entre los doce o trece años, la pubertad, hasta la adultez, tardía para Hall, entre los 22 y 25 años.
Hall describe a la adolescencia como un período de de “tormenta e ímpetu”, términos extraídos de una etapa de la literatura alemana idealista, revolucionario, sentimental, apasionado y trágico.
La adolescencia corresponde a una época en que la humanidad se encontraba en un estado de transición turbulenta.
Para Hall, la adolescencia es un segundo nacimiento porque es cuando aparecen las características esencialmente humanas.
El adolescente vive una vida emotiva fluctuante con tendencias contradictorias. Puede expresar mucha energía y actividad desmedida y alternativamente mostrarse indiferente y desganado. Pasar de la euforia a la depresión, de la vanidad a la timidez, del egoísmo al altruismo idealista.
Es una etapa de pureza y de tentación en que el adolescente desea la soledad pero al mismo tiempo necesita integrar grupos y tener amistades, que suelen tener gran influencia sobre él.
Puede ser dulce a veces y muy cruel otras, apático y entusiasta.
El adolescente desea encontrar ídolos pero rechaza la autoridad.
En el final de la adolescencia se recapitula el comienzo de la civilización moderna, y allí termina el proceso evolutivo, llegando a la madurez.