La Obesidad en las Etapas de la Vida
La Obesidad sin control no es sinónimo de nutrición
Comer en exceso no significa estar bien alimentado y no todos tienen plena conciencia de lo que comen y en qué medida les afecta.
Cada etapa de la vida exige una alimentación adecuada, no requiere la misma alimentación un niño, que un adolescente, un anciano, una mujer embarazada, personas con vida sedentaria o deportistas.
Se ha demostrado que las dietas muy restringidas en las embarazadas ocasionan un mayor porcentaje de dificultades tanto a la madre como a su hijo y que el suministro de suplementos alimentarios reduce considerablemente ese riesgo.
Es un hecho comprobado que un aumento adecuado de peso durante el embarazo da como resultado el nacimiento de un niño de peso normal y que la alimentación insuficiente durante el embarazo aumenta las posibilidades de retraso mental y daño neurológico en el niño.
Este factor es responsabilidad de la mujer embarazada, que debe tomar conciencia de lo que come para su propio beneficio y para la salud de su hijo.
Sin embargo, una embarazada no necesita comer el doble de lo que come habitualmente, principalmente en lo que respecta a las calorías, pero sí los nutricionistas recomiendan aumentar la ingesta de proteínas, para lo cual se puede incrementar el consumo de lácteos.
Aunque si la dieta de una embarazada es variada, rica en nutrientes y en cantidades suficientes, es probable que no necesite suplemento alimentario alguno.
El aumento normal de peso de una embarazada durante todo el embarazo es de 9 a 12 kilos.
La alimentación adecuada para un recién nacido por lo menos hasta los seis meses es la leche materna, porque tiene los nutrientes que un niño necesita, es económica, no contiene gérmenes y protege al bebé de muchas enfermedades.
Al cumplir el año un niño puede ingerir los alimentos que consume toda la familia, teniendo en cuenta que no es necesario darle porciones dobles de comida, ya que un bebé gordo no significa que sea saludable.
Es importante acostumbrar al niño a una alimentación sana y variada en cantidades moderadas, evitando los dulces y las gaseosas en exceso, teniendo en cuenta que lo que más afecta al niño en su desarrollo y crecimiento normal, tanto físico como psicológico, es una inadecuada relación con sus padres, el castigo físico, la experiencia de abandono y la falta de armonía en el hogar.
Estas experiencias infantiles provocan ansiedad en los niños, y comer en exceso es una forma de mitigarla.
Si durante la niñez se mantuvo una alimentación sana y equilibrada, durante la adolescencia es difícil que se originen problemas con la ingesta o sobrepeso. De todos modos es importante controlar lo que comen los adolescentes y también si no comen por la necesidad de cumplir con los requerimientos de la moda y parecerse a sus pares.
Durante la menopausia, es probable que se produzca un aumento de peso, debido más a la vida sedentaria y la falta de movimiento, que a la alimentación.
La menopausia es una etapa de mayor libertad individual, cuando ya se ha cumplido el compromiso de la crianza de los hijos y cuando una mujer tiene más tiempo para dedicarlo a si misma, además de poder disfrutar de la sexualidad sin el temor al embarazo.
El hombre jubilado por sus propias razones se encuentra en una posición similar que lo obliga a tener una vida más sedentaria.
El tiempo que comienza a sobrar en este momento de la vida es importante ocuparlo con nuevas fórmulas, tratando de realizar un deporte o caminatas en forma regular, desarrollando actividades artísticas o espirituales y propiciando la reunión con amigos, evitando comer o beber en exceso para entretenerse.
La tercera edad es una etapa que puede colmar a una persona de satisfacciones si conserva una actitud positiva, cuida su salud y lleva una vida sana con hábitos moderados.
El cuerpo cambia y si una persona de edad avanzada se somete a dietas muy restringidas en calorías perderá masa muscular y es importante para conservar la salud que en esta etapa de la vida el individuo conserve su máximo potencial para poder desarrollar una vida normal.