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La Grafología y el Carácter Optimista

Publicado por Malena

La grafología es la ciencia que estudia la personalidad a partir de los rasgos característicos de la escritura. Revela información sobre el equilibrio mental, datos sobre la vida emocional, las aptitudes profesionales y el tipo de inteligencia e inclusive puede ser útil para detectar el grado de salud, y una enfermedad física o mental

Esta disciplina puede ayudar a potenciar ciertos aspectos de nosotros mismos que nos hacen bien y a cambiar de percepción para ver la vida de una manera más optimista.

El optimismo permite enfrentar las dificultades con coraje y ver el lado positivo que tienen las cosas, y ayuda a solucionar problemas confiando en uno mismo. Las personas optimistas son más saludables, tienen mejor estado de ánimo, son tenaces y exitosas en sus tareas, no pierden nunca las esperanzas y aprenden y se fortalecen en las situaciones adversas.

Se puede conocer a un ser humano mediante el análisis de los trazos, los espacios en blanco y por cualquier otro signo característico que manifieste en su escritura.

La grafóloga Cándida Sanz Benche, autora del libro “Sus letras hablan”, señala algunos técnicas para potenciar el optimismo a través de cambios en la forma de la escritura.

El principio básico es que modificando los rasgos de la escritura se pueden modificar también ciertas características del carácter que deseamos desechar.

En primer lugar hay que tratar que la escritura tenga una dirección ascendente, o sea, que las frases terminen más arriba de donde empezaron.

La escritura ascendente ayudará a estar de mejor ánimo, a ver las cosas con mayor optimismo, a estar de buen humor, a tener esperanza, capacidad de iniciativa y decisión.

Esta forma de escribir aumenta la fortaleza interior y minimiza los sucesos que ocurren en el ambiente, proporciona mayor confianza en uno mismo y más coraje para enfrentar los momentos difíciles.

También tiene efectos positivos terminar cada palabra termine también más arriba de donde empezó, teniendo en cuenta que la primera parte de una palabra es consciente y la última inconsciente, lo que produce, según la teoría psicoanalítica, fenómenos psicológicos que influyen en la conducta.

La firma brinda datos íntimos muy importantes, como la rectitud de intención, la comprensión, la sencillez, la sinceridad y la buena fe.

También revela los objetivos alcanzados, la seguridad, las dudas y el deseo de contacto.

La firma es un trazo que pone de manifiesto la parte más íntima de la personalidad, la autenticidad o la falsedad hacia el mundo o hacia sí mismo.

La rúbrica, ese adorno caprichoso que cada uno realiza en la firma, también pone al descubierto a su autor, revelando el apoyo que necesita en su camino o el nivel de madurez que le permite avanzar libremente sin obstáculos hacia su meta.

Si desean tener un espíritu alegre y positivo su firma deberá ser ascendente. De esta manera manifestarán su fe en el éxito, su alegría de vivir y la esperanza de alcanzar lo que se proponen.

Si el texto tuviera una dirección descendente y la firma fuera ascendente, también estaría revelando un buen estado de ánimo, entereza ante los obstáculos y la intención de conseguir alcanzar las metas propuestas.

La presión de la escritura también tiene significado. Si es firme y tensa y a esto se le agrega la forma curva de la base de las letras, tenemos a alguien valiente, audaz y optimista, con mucha fortaleza, que difícilmente se derrumba ante las dificultades.

Resumiendo, para tener un carácter optimista es necesario procurar que los rasgos de la escritura sean ascendentes, aunque no demasiado; que las palabras terminen ligeramente más arriba de donde comenzaron; que la firma sea también ascendente y regular y que la escritura sea de trazos firmes y seguros.

Fuente: “Sus letras hablan”; Cándida Sanz Denche; Ed. Prosopón.