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El Miedo a Vivir

Publicado por Malena

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Cada etapa de la vida nos obliga a pasar por experiencias difíciles, porque desde que nacemos tenemos que enfrentarnos al temor a lo desconocido; pero el instinto de vida nos ayuda para lograr superarlo y salir airosos.

Sartre nos dice que en esta vida estamos condenados a elegir, y que para no actuar de mala fe debemos confiar en nuestro instinto. Nadie puede elegir por nosotros porque si pedimos consejo también elegimos al consejero.

Renunciar a una etapa de la vida por temor a ser incapaz o por miedo al fracaso, no nos permite continuar avanzando y nos obliga a sufrir y a permanecer estancados.

La timidez no es una excusa, es una característica de la personalidad; porque ser tímido no es un defecto sino que significa ser temeroso e inseguro y no querer arriesgarse en la vida, cuando todos sabemos que la vida es pura incertidumbre y que la seguridad no existe.

Para liberarse del temor al fracaso y a la frustración, hay que aprender a confiar en si mismo. Esta condición permite abrirse al mundo y vivir todas las experiencias de la vida siendo la persona que se es, sin tener que fingir quien no se es. Porque no se puede vivir fingiendo, de modo que debemos aceptarnos y ser aceptados por los demás tal cual somos.

Sólo nos sentimos cómodos y felices con alguien que nos permite ser como somos, sin tener que fingir ser otro.

Vivir experiencias grupales ayuda a los tímidos a vencer el temor a relacionarse. Pueden beneficiarse participando en deportes de equipo, donde aprenden a desempeñarse en un grupo y aprender cómo resolver los fenómenos de la comunicación que se presentan.

Estar solo con la computadora no es lo mejor para vencer la timidez, porque la máquina se convierte en un intermediario difícil de mantener en una relación personal.

Internet es el paraíso de los tímidos que no se atreven a conectarse en persona, pero tarde o temprano deberán hacerlo si es que desean crecer y madurar.

Lamentablemente la mayoría de las veces los tímidos mienten sobre su persona y luego se les hace difícil sincerarse para lograr un encuentro, permaneciendo solitarios y bloqueados en una relación sin esperanza; y en lugar de experimentar y entregarse a la vida sin condiciones, pase lo que pase, prefieren ir al médico y tomar pastillas para la ansiedad.

La angustia existencial es necesaria como motor de la acción, es la que nos obliga a ser quienes somos y a hacer lo que tenemos que hacer; y no es un síntoma patológico que tengamos que curar con remedios.

Lo más importante es aceptarse a si mismo, comenzando con el esquema corporal, la condición social, el desarrollo intelectual, y el sistema de valores. Luego es importante la actitud hacia el futuro, el deseo de superación, el proyecto de vida y la capacidad de dar afecto y de recibirlo.

Todo individuo tiene que comprometerse consigo mismo a ser quien quiere ser y tratar de mantener una continuidad personal en el tiempo que le permita desarrollarse y crecer.

Estar maduro exige una definición en el aquí y ahora, no para siempre, porque el hombre va evolucionando en el transcurso de su vida y tiene que construirse a si mismo en el tiempo.

El miedo a vivir refleja el miedo a morir y sólo cuando nos entregamos a la vida y a la muerte y nos rendimos sin resistirnos y sin condiciones, podremos lograr realizarnos como personas, tener una vida plena y paz interior.