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Cómo combatir la desmotivación

Publicado por Israel Rios

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Una de las causas más importantes de infelicidad en la vida es la falta de motivación ante alguna actividad que tenemos que realizar.

Pensemos en una persona que tiene que ir todos los días a un puesto de trabajo para el que ya no está motivado, en un deportista de élite que ha perdido la motivación para seguir compitiendo o entrenando o en una persona con depresión que no tiene siquiera una motivación para despertarse cada mañana y arrancar su diario vivir.

Tengamos en cuenta que la motivación es el motor que nos mueve cada día para realizar cada actividad y si no tenemos esa motivación nos va a costar muchísimo realizar la mínima actividad.

Muchas veces hemos comenzado una actividad que va a durar mas o menos tiempo y la comenzamos con la mayor de las motivaciones pero la propia motivación en nosotros sufre fluctuaciones, a veces es màs alta y a veces es más baja, de tal forma que nos cuesta terminar aquello que comenzamos con un gran impulso.

Por eso os vamos a dar algunos consejos para incentivar esa motivación que se puede ir apagando de tal forma que podamos tener siempre esa motivación lo más alta posible.

Vamos a hacer de consejeros y te vamos a dar algunos consejos que en algunos casos te servirán más o menos, depende de cada persona.

El primer consejo es desconectar de esa actividad durante un tiempo, siempre que te sea posible para retomarla con fuerza después de someterse a un proceso que podemos llamar de desintoxicación. Imaginemos a un compositor de música motivado en la creación de una sinfonía pero que al cabo del tiempo va perdiendo esa gasolina que necesita para seguir, lo mejor es tomarse un descanso para enfrentarse al pentagrama completamente renovado habiendo realizado otro tipo de actividades que le reconforten.

Aprovechar para realizar actividades lúdicas que nos diviertan y entretengan y nos saquen de esa actividad que tanto nos motivaba pero que tanta energía y tiempo nos quitaba.

También podemos realizar una dosificación de ese entusiasmo inicial para que nos dure más en el tiempo de tal forma que no lo gastemos en pocas jornadas aprendiendo a salir de esa actividad, dedicarle el tiempo necesario y no más para tener tiempo para otros aspectos de la vida.

La revalorización de lo que estamos realizando, lo que nos entusiasmó al principio, concentrarnos únicamente en los detalles más positivos en otra estrategia para mantener intacta o al menos lo más alta posible la motivación.

Focalízate en la meta para que esta sea tu motivación, aquello que anhelabas en un principio debe de ser tu guía, tu inspiración, lo que te levante en los momentos de desánimo.

No te compares con los demás porque esto puede llegar a ser realmente desmotivador, compárate contigo mismo para que puedas ver realmente los progresos que estás realizando.

Aprende a tener un tipo de pensamiento divergente, más creativo que te ayude a salir de la rutina, a buscar nuevos caminos que ayuden a avivar esa motivación a la baja.