Alta Demanda Laboral para Ingenieros Textiles
Hasta el día 30 de noviembre se pueden inscribir en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de la Facultad Regional Buenos Aires, para cursar la carrera de Ingeniero textil, profesión con salida laboral inmediata casi asegurada, según afirma el director del Departamento de Ingeniería Textil de dicha universidad.
En estos momentos existen trabajando, como ingenieros textiles en Argentina cerca de 180 profesionales, una cifra insignificante si se considera que esa actividad se ha triplicado en los últimos ocho años.
Hoy en día hay una gran cantidad de empresas dedicadas al área textil y de la indumentaria que ofrecen oportunidades laborales a quienes se orienten profesionalmente hacia esa actividad.
La tarea que desarrolla un ingeniero textil comprende:
1) el análisis de los proyectos para evaluar su nivel de factivilidad;
2) concretar esos proyectos
3) dirigir las fábricas que industrializan y procesan fibras, hilados y tejidos en todas sus áreas.
Los ingenieros textiles están capacitados para diseñar, supervisar y dirigir todo el proceso que implica el tratamiento de fibras naturales o artificiales, hilandería, tejeduría, tintorería y la confección de prendas de vestir.
Estos profesionales también pueden trabajar en las fábricas automotrices para hacerse cargo de los sectores que se encargan de los tapizados de los automotores, así como en el ramo agroindustrial, geotextil y pesca entre otros.
En este momento, la demanda de profesionales es mayor que la oferta de personas especializadas en estas áreas.
Hasta el año 2000, se inscribían en esta carrera diez estudiantes por año y solamente se recibían uno o dos, pero actualmente ingresan más del doble de aspirantes a este título y el número de egresados llega sólo a 5 por año.
La Fundación proteger, realizó un acuerdo con el Ministerio de Educación de la Nación y con la Universidad Tecnológica Nacional, para cooperar y brindar asistencia técnica, a fin de promover una mayor formación de ingenieros textiles.
Este convenio incentivó el vínculo entre la Universidad y el mundo del trabajo a través de pasantías, financiación y difusión de la carrera; sin embargo, el presidente de esta fundación, señor Pedro Bergaglio, considera que todavía no se ha logrado la cantidad de interesados que se desearía.
Las investigaciones realizadas, tanto por la UTN como por la fundación proteger, muestran que la demanda y las condiciones salariales que brindan las empresas se relacionan con el nivel de progreso en la carrera de un alumno y el tipo de puesto requerido.
Según afirma el director del Depto. de Ingeniería Textil de la UTN, Marcelo Oliver, existen alumnos que reciben propuestas laborales antes de terminar sus estudios, con salarios que oscilan entre tres mil y seis mil pesos según el puesto.
En general, los egresados de otras carreras tropiezan con el obstáculo de la falta de experiencia. En este caso, la oportunidad de trabajar se consigue sin ese requisito e incluso in aún estar recibidos.
Para cualquier egresado de las Universidades, que no tienen experiencia, es alentador no tener que realizar una búsqueda después de recibirse que lo obligue a competir con profesionales más aventajados por tener experiencia.
La carrera de ingeniero textil requiere tener habilidad manual, aptitud para las matemáticas, sentido estético, características de liderazgo, ser creativo y curioso.
Es una carrera de larga duración, ya que lleva seis años cursarla, por lo que es importante estar dispuesto a dedicarle ese tiempo y no perder el entusiasmo.
Hoy en día hay que estar muy atento a los vaivenes del mercado laboral antes de elegir una carrera para evitar frustraciones al recibir el título.
Los cambios son cada vez más rápidos y es difícil saber qué va a pasar dentro de seis años, sin embargo, el acceso a la indumentaria de marca ha alcanzado un público masivo, dejando de ser una actividad exclusiva para satisfacer una demanda elitista.
Por lo tanto, es altamente probable que la tendencia en cuanto a esta actividad continúe en ascenso en los próximos años.
Fuente: Diario «La Nación», Marilina Esquivel.