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Padre, falo y Edipo

Publicado por Betina Ganim

Una metáfora

En la clase X del Seminario de Lacan («Las formaciones del inconsciente»), tenemos entonces (retomando los posts anteriores) un esquema que termina siendo lo mismo que una parte de la fórmula de la metáfora materna; esto es, tenemos la M (Madre simbólica) y ya empieza a aparecer la idea de que ese objeto que aparece en el esquema (fi) no va a surgir si no ha habido otra dimensión simbólica, la de la metáfora, que sustituye esto y va a hacer aparecer el objeto fálico.

Esas son las ideas que sigue Lacan allí. En tanto metáfora, podemos decir que produce un efecto nuevo de significación, esos puntos suspensivos del esquema implican que le fija una significación. Y eso es un cambio inmenso. Para ejemplificar: «mi madre se ha ido, pero no es la angustia y el desamparo total porque sé perfectamente a qué va, con su deseo: va a la búsqueda del falo»

Entonces, en esta clase del Seminario, parece que ya se va viendo ese orden, ese simbolismo primordial presencia-ausencia sin el cual no se extrae ninguna posibilidad de pensar el objeto fálico. Por eso va a ser la pieza fundamental de la angustia.

La cuestión es cómo aparece aquí esto que ya Freud sostenía: que el deseo es el deseo del falo. Veamos, el objeto privilegiado para la cuestión del deseo es sexual. Y Lacan se pregunta, ¿pero por qué? «por qué es necesario set objeto en ese lugar?» y marca la simetría que existe en el esquema: padre-falo.

A Lacan no le gusta el término «génesis», y por eso se habla de «tiempos» o «pasos lógicos». Pero de todos modos él se da cuenta de que está tratando de hacer una especie de desarrollo en etapas de todo esto, de cómo se va a dar todo esto del Edipo.

Lo que podemos decir hasta aquí, siguiendo a Lacan, es que la posición del significante del padre, en tanto símbolo (para referirse a ninguna realidad) es fundadora de la posición del falo en el plano imaginario. Así que éste es el problema, y está dicho como tesis. Que el falo sólo se va a constituir a partir de esta función del padre.

Y luego Lacan empieza a decir que tenemos que ver cómo interrogar con detalle todo esto, por lo que propone volver a juntar datos de la práctica para ver esto.

En este punto, me parece que lo más importante -porque sigue las ideas de Sigmund Freud- es dar un ejemplo todavía a este nivel, cualquiera, fetichista: Por ejemplo «Sophia Loren es mi madre, hermosa, pero se va.. la veo arreglándose frente el espejo y en ese instante me doy cuenta de que ella ¡tiene un deseo que no soy yo! Ahí está ese suspenso. Y, sin embargo, en ese momento pesco el brillo de las perlas de su collar…Hago de eso el deseo de esa madre, y me identifico con eso.

Seguiremos con estos pasos o tiempos lógicos del Edipo en el siguiente post.

FUENTE: LACAN, JACQUES. EL SEMINARIO DE JACQUES LACAN, LIBRO «LAS FORMACIONES DEL INCONSCIENTE»