Edipo y la cultura de lo Unisex
Hablé en el post anterior de ese primer tiempo del Edipo, del cual el punto nodal tiene que ver con la castración. Y no con la castración del niño, sino que lo que el Padre castra es a la madre. Y del lado del niño tenemos la cuestión de la castración de ser el falo. Así, dice Lacan, más allá del cuadro clínico tenemos siempre la cuestión se ser el falo, y cómo esto se juega de manera diferente en hombres y en mujeres.
Otra manera de decirlo podría ser querer ser y tenerlo, las dos cosas a la vez, eso sí que ya sería el ser máximo. Y eso está presente en infinidad de fantasías que podemos escuchar. Para ver esta diferencia, en lugar de aceptar que aquí hay un corte, se puede asumir tener, pero a condición de renunciar a ser, y viceversa.
Ahora bien, ellas -las mujeres- hacen todo para intentar ser, en el sentido de la mascarada; pero además de eso la tienen de este tamaño, así de grande. Ellos van a la peluquería, se depilan, se ponen cremas, se visten a la moda y un montón de otras cosas que hace que al final. Todo es unisex.
La preocupación en psicoanálisis en relación a esto, es que todo el fracaso de esta diferencia, toda esta cuestión del unisexo, nos está indicando una identificación riesgosa a ser el falo, tan riesgosa como en Juanito, por ejemplo (el caso que Freud nos presenta como paradigma de la fobia, pero del que Lacan extrae varias cuestiones en relación a la cuestión edípica) Porque esto es increíblemente precario, y si se frustra no se tiene una solución simbólica, sino que lo que aparece, como promoción de ese ser, es angustia, drogas, etc.
Es lógico: hay un fracaso de la función paterna en esta época. Pero no es que el falo no exista en esta sociedad capitalista que ha arrasado con la función paterna. Ha arrasado con la función paterna y ha promocionado ser el falo, con una especie de slogan que reza: «Nada es imposible, tú podrás serlo, hombres y mujeres».
Hay que ver qué es lo que está cayendo de la función paterna y qué es lo que no.
Porque en nuestra cultura actual podemos decir que asistimos a una perversión generalizada. Y el resultado son niños enloquecidos en su frustración de ser el falo total, golpazo, angustias y locura.
Esto es más descriptivo hoy en día, más que decir que se fue absolutamente el Edipo, que desapareció todo.
Lo que observamos en la clínica es la ausencia del segundo tiempo. Después tenemos que discutir si está ausente el segundo, por qué habrá un fracaso, o qué es lo que pasará con el tercero, que es la de constitución de ideales.
Todo eso lo sintetiza Lacan en el Seminario 5, en la prevalencia de un objeto con el cual los objetos se identifican a nivel del ser.
FUENTE: LACAN, JACQUES. EL SEMINARIO, LIBRO 5, LAS FORMACIONES DEL INCONSCIENTE. ED. PAIDÓS.