Del ser al tener: del primero al segundo tiempo del Edipo
El primer tiempo del Edipo -tal como empieza Lacan a elaborarlo en esta clase X del Seminario 5- tiene que ver con el ser: ser el falo. Esto es, que en este primer tiempo, si hay Edipo, por decirlo de alguna manera, ya sea niña o sea niño, se identifican con «ser el falo».
Ser el falo de la madre como primera respuesta al enigma del deseo de la madre. A esa «x» que es el deseo materno. Para esto no es necesaria una presencia del padre. Lo necesario es que la madre tenga una referencia al Nombre del Padre a los fines de que su deseo se signifique como falo.
Entonces hablamos en este punto de Identificación imaginaria en este tiempo, identificación al falo, a ser el falo. Esto fue crucial en Lacan.
Así que si ocurre algo que quite al niño o la niña de esa posición, la cuestión será si rechazo algo y permanezco siendo el falo, o bien me resigno a que no soy el falo. En este punto no tenemos todavía ninguna diferencia de los sexos.
Como Lacan utilizó el termino «elegir» en relación a esto, aquí el sujeto va a quedar en una situación de elección entre ser o no ser el falo. Claro que Lacan tiene que corregir un poco ese término para no creer que es una elección consciente. Queda por ver también los padres de la realidad en cuanto se hacen cargo o no de esas frases. Y esto recae sobre el sujeto.
Pero Lacan dice que desde este punto de vista es completamente pasivo, aunque no está tampoco absolutamente determinado como si fuera una estructura física de las ciencias, sin que se trate de una elección consciente. Claro que aquí si estamos hablando de los tiempos del Edipo, es porque estamos hablando de sujetos neuróticos, el Edipo inscripto en el inconsciente, tal como Freud había descubierto.
Hay que tener en cuenta que a esta altura de la enseñanza de Lacan ya tenemos la tesis de que para hablar de la psicosis Lacan se orienta por una falla en el Nombre del Padre como tal.
Entonces volviendo a lo central del primer tiempo del Edipo, se trata de ser o no ser el falo.Después de esto, tenemos el rechazo de no ser; que sería la puerta de entrada al segundo tiempo del Edipo.
Pero el segundo tiempo del Edipo está modulado con otra frase, que es tener o no tener.
Aquí sí tenemos el tema de la diferencia de los sexos, y un repaso de todos los problemas asimétricos que va a provocar en el caso de la niña y en el caso del varoncito.
Porque aquí podemos ubicar el momento donde la noción de falo -que hasta ahora era cualquier objeto, en tanto falo imaginario, y de ahí toda la gama de fijaciones perversas del primer tiempo- va a implicar el órgano.
Para terminar, para el primer tiempo del Edipo toda la cuestión en juego es estar identificado a ser el falo, y así colma a la madre; y él o ella es el falo, «el o la la preferida de mamá» y se identifica a todos esos objetos imaginarios que son para ella su deseo, no importa tener o no tener…
FUENTE: LACAN, JACQUES. SEMINARIO 5, LAS FORMACIONES DEL INCONSCIENTE. ED. PAIDÓS.