Psicología
Inicio Psicoanálisis Amor y Pulsión

Amor y Pulsión

Publicado por Betina Ganim

La vez pasada les introduje este camino del amor a la muerte, tal como lo propone J-A Miller en «Conferencias Porteñas».

Habíamos llegado al tema del origen del concepto de superyó en Freud. Primero, en «Psicología de las masas y análisis del Yo» tenemos el Ideal del Yo como concepto del orden simbólico, pacificador, organizador libidinal…Pero en «El malestar en la cultura» es donde Freud plantea la cuestión de una dependencia externa. Entonces, para deducir el superyó como instancia moral, un superyó cuyo surgimiento no es para nada «natural», Freud parte de la dependencia del Otro, cuyo amor teme perder. Desamparo, dependencia y angustia era la serie.

Miller hace un paralelismo entre esta lectura del texto freudiano y el grafo del deseo en Lacan; más bien, de lo que Lacan quiso poner en evidencia con él. Lacan sitúa allí, como principio, dos tipos de demanda: una que tiene que ver con la necesidad, y otra que tiene que ver con el amor.

Esa omnipotencia del Otro está dada porque a nivel de la necesidad, es el que puede satisfacerla. Y por otro lado se trata del Otro del amor, del cual el sujeto depende (por su desamparo).

Un punto en el que Miller hace coincidir amor y pulsión. Y propone un gráfico en el que en la base tenemos la Necesidad.

Pulsión

Demanda al Otro que no tiene (de amor)

Deseo

Demanda al Otro (en relación a la necesidad)

Necesidad.

Bien, cuando hablamos de necesidad, hablamos de las necesidades naturales, por ejemplo, hambre. Pero sabemos -por el psicoanálisis- que no sabremos nada de esa necesidad si no se la enuncia como demanda dirigida al Otro: «tengo hambre!». Entonces, decimos que se trata de una demanda. Se trata de una demanda en relación a una necesidad originaria. Un Otro que tiene cómo responder a esa necesidad, un Otro que tiene: «Teta- biberón»… lo que sea…pero es Un Otro capaz de responder a esa necesidad primaria.

Pero más allá de esa demanda, de ese don que se tiene, está ese Otro que no tiene, que es como se define al amor: el don de lo que no se tiene. Se trata de un Otro que no tiene. Y es aquí donde Lacan divide en dos la demanda:la demanda de amor a un Otro que no tiene. Porque ningún don, ningún regalo cubre completamente la demanda de amor…

ES AHÍ, ENTRE ESAS DOS DEMANDAS, DEMANDA DE NECESIDAD Y DEMANDA DE AMOR, QUE LACAN SITÚA AL DESEO, EN ESA DIFERENCIA.

Y luego, en el gráfico que les reproduje arriba, ¿qué tenemos en la parte superior?: La, que, fíjense, no está en la base, no se trata de algo «biológico» lo pulsional…Se trata de algo que supone los estadios anteriores, los pisos inferiores…

Dice Miller, esta tríada ya es bastante conocida, pero se deja de lado algo que es aún más importante que la dialéctica misma entre estos tres conceptos (necesidad, demanda y deseo) que es la articulación importantísima entre amor y pulsión.

amor y pulsion

FUENTE: MILLER, J-A. «Conferencias Porteñas» Tomo 2. Ed. Paidós.