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Pulsión y Deseo

Publicado por Betina Ganim

Habíamos quedado en la relación entre demanda de amor y pulsión, una articulación que Miller considera había quedado olvidada tras la famosa tríada de necesidad-demanda-deseo.

Bien, la experiencia analítica, continúa J-A Miller, no puede ordenarse sin la distinción entre PULSIÓN y DESEO. En la clínica vemos estas cuestiones que decimos son el orden del deseo y aquellas que son del ordena de la pulsión.

Y la pulsión es una forma de la demanda,. En la experiencia clínica nos encontramos en ese tipo de demandas que no se pueden interpretar. Decía la otra vez, la demanda es dirigirse al Otro. Y esto es básico como concepto: todo lo que el paciente dice en un análisis es demanda, y es en ese punto, en el que como demanda se dirige al Otro, es que esa demanda es interpretable.

Pero nos encontramos a veces en situaciones en las que aparecen esas demandas sin Otro, podemos decir…una demanda silenciosa -como decía Freud en relación a las pulsiones.

La pulsión, en este punto se presenta paradójica: porque si bien no habla, no demanda interpretación, supone el lenguaje, las pulsiones obedecen a las reglas del lenguaje.

Es como si la demanda (todo lo que dice un paciente) se distinga en dos momentos: el deseo (interpretable) y la pulsión (no interpretable).

Hablamos de deseo cuando también se rechaza el deseo; el deseo es también defenderse contra él.

En cambio, si hablamos de la pulsión, hablamos de una certeza.

La pulsión es «voluntad de goce»; el deseo es voluntad pero también rechazo de goce.

Desde Freud, el concepto de pulsión va a la inversa que del deseo (planteado como insatisfacción). Cuando hablamos de deseo, por estructura hablamos de insatisfacción; el deseo como un estado fundamental, basal, de insatisfacción subjetiva.

Claro, como ya hemos dicho en otras entradas, el deseo histérico es el deseo de insatisfacción, lo vimos con el caso de la Bella Carnicera que Lacan desarrolla en el escrito que en este blog he desbrozado prácticamente. Así que los remito a él para completar la lectura.

Es decir que en esto, el deseo de la histeria es el deseo como tal: insatisfecho. En la fobia hablamos de un deseo prevenido, y en la obsesión, un deseo imposible. Pero Histeria, obsesión y fobia, en este sentido, son modalidades de la insatisfacción.

Pero en Freud la pulsión está significada por ser siempre satisfecha…Pero Freud habla al mismo tiempo del rechazo de las pulsiones a partir de por ejemplo cuestiones éticas, y habla también de que las pulsiones se satisfacen siempre…aunque sea con satisfacciones sustitutivas (síntomas)

Esta cuestión de la impulsión siempre satisfecha, el corazón de la pulsión lo tenemos en las «Nuevas Conferencias introductorias…». En este texto tenemos la redefinición de la pulsión que luego Lacan retomará en «Televisión» con su frase de que «El sujeto es siempre feliz».

Cuando Lacan dice esto se está refiriendo NO al deseo, sino a la pulisón (siempre satisfecha).

En esa Conferencia, la 32, Freud no se ocupó de distinguir (como había hecho antes) entre la meta y el objeto de la pulsión, sino que recalca la necesidad de un objeto exterior, pero tiene una meta interna, que Miller ubica como el objeto a en su vertiente de consistencia lógica.

Pero hoy dejaremos aquí.

pulsion y deseo

FUENTE: MILLER, J-A: Conferencias Porteñas, Tomo 2. Ed Paidós